martes, 12 de diciembre de 2023

YO TE DEFIENDO, TÚ ME DEFIENDES, NOSOTROS NOS DEFENDEMOS

 


Ayer leí rápidamente -no necesité mucho tiempo para saber de qué trataba- un hilarante artículo de un "reconocido académico" de una universidad que hace tiempo dejó de ser "católica", pues desde sus claustros se defiende uno de los crímenes más aberrantes cual es el asesinato de seres humanos concebidos. A ello le llaman "progresismo". 

Por supuesto que elige el portal de una oenege caviar famosa por sus encuestas (iep) para "combatir a la ultra derecha y a la ultraizquierda intolerantes" que no los entiende y que según el señor Gonzales de Olarte (ojo con el "de") difunden ideas y conceptos no solo errados sino tendenciosos contra ellos. Dicen ser "defensores de la democracia, de los derechos humanos, inclusión, tolerancia y justicia social. ¿Le creemos?

El artículo en mención fue publicado originalmente en el diario La República, cuyas recientes acciones antilaborales la han puesto -seguramente- en la mira de conspicuas congresistas defensoras de los trabajadores; aunque hasta el momento no he leído un solo pronunciamiento.

Dicho esto podemos concluir que el caviaraje "no existe" o es un inconexo grupo de gente, sin liderazgos ni estructura pero con "emoción social" pero sin fuentes de financiamiento ni poder alguno. Solo falto decir que son casi "fantasmas" creados por gente que alucina.

Solo faltó referirse dónde se cobijan y de qué viven. Alguno de "los aludidos, aludidas o aludidxs" tendrá el coraje de decirnos qué monto de dinero han percibido del Estado por concepto de asesorías, consultorías, publicidad, media training y otros y cuál es el impacto de ello, por ejemplo en la disminución de la pobreza en el Perú. Por supuesto que quisiéramos saber lo que ha ido a sus manos directa o indirectamente o a través de la red de oeneges cuya membresía es compartida en forma cruzada.

Por supuesto que todos tenemos el derecho de buscar cómo vivir. Qué bien que muchos de los caviares gocen de un status social alto, vivan en lujosos penthouses pero cuántos de ellos lo han hecho con su esfuerzo en empresas privadas (y no por supuesto en su red de universidades). Siempre han estado cobijados en oeneges, en el Estado, en organismos internacionales y embajadas "representando al Perú" y gozando el jugoso apoyo de fundaciones estadounidenses y europeas.

El caviaraje dicen que es el sumum de la tolerancia, el progresismo y el respeto de todo lo que ellos creen que es bueno. Quienes comparten sus propuestas son "la reserva moral" del Perú y quienes los combatimos lo hacemos por "un problema que no sabemos identificar". Qué gracioso el señor Gonzales. ¿Pensará que tenemos lana en la cara?

Gonzales propone constituirse en una "opción política" y por tanto un partido o frente de "centro" pues así lo amerita la hora actual;  como si su influencia -malsana- no vieniera desde el segundo gobierno de Fujimori ("reforma de la justicia" y "ministerio de la mujer") hasta hoy. Nunca ganaron una elección, son un minúsculo porcentaje del electorado pero constituyen un enemigo muy bien organizado del Orden Constitucional (apoyo a Vizcarra, caída de Merino, ascenso de Sagasti y "estancos de pider con Castillo y Boluarte). No olvidemos la influencia en la llamada cvr.

Es hora de "volver a pensar en el bien común de todos los peruanos" concluye Gonzales. La pregunta que cae de madura es cuándo lo han hecho, cuánto las oeneges que ellos representan donaron a los damnificados del 2017 o del covid?

Sería buena comparar esa "ayuda" con la hecha por la empresa privada, por citar una fuente.

Cómo diría mi Hermano Máximo Carlos de San Juan, Argentina: "Che Efra, dejáte de joder".





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