martes, 16 de julio de 2024

NO FUE "CONFLICTO ARMADO INTERNO"

 


Eran las 9:15 de la noche de un jueves 16 de julio de 1992 cuando en segundos explotaron dos coches bombas en Miraflores matando 25 personas, hiriendo a 250 y destruyendo bienes públicos y privados. Esto no fue parte de "un conflicto armado interno" sino como parte del accionar terrorista que ocasionó sangre, dolor y destrucción por casi veinte años.

Por supuesto que ninguna oenege, cómplices asolapados del terrorismo, dijo nada ni apoyó a ninguna víctima ni a los deudos. Sin embargo se encargaron de difundir mentiras y construir "una verdad falaz", a través de una "comisión de la verdad y reconciliación"  que evacuó un informe en base a testimonios de quienes llamaban "alzados en armas" a los terroristas convirtiéndolos en simples subversivos y acusar a los miembros de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional como integrantes de "fuerzas represivas" que cometieron "terrorismo de estado", acusándoles de haber ejecutado "ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas y genocidio"; lo que luego fue llamado "crímenes de lesa humanidad". Cientos de soldados y policías han pasado y siguen pasando por el vía crisis de juicios e incluso cárcel solo por defender al Perú.

Las mentiras y complicidad siguen vigentes y el Presidente Fujimori que encabezó la lucha contra el terrorismo pasó largos años acusado de ser "el autor mediato de los crímenes de cla cantuta y barrios altos".

Hoy que recordamos a los que murieron en la calle Tarata y alrededores no debemos ni olvidar ni perdonar a aquellos que asesinaron a miles de peruanos y menos a sus cómplices y tontos útiles como aquel "venerado tribuno" que apoyó y justificó el accionar terrorista.

Es hora de escribir un nuevo informe de verdad y que lugares como "el  ojo que llora" y "el lum" sean lugares donde honremos a los Héroes de la Pacificación y no a malditos terroristas.

Hoy en el día de la Virgen del Carmen ruego por el Descanso Eterno de quienes murieron en esta época aciaga para el Perú.

Ni olvido, ni perdón!

#TerrorismoNuncaMas

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