SPJ

 

Hoy el diario Expreso publica una interesante entrevista al abogado Enrique Ghersi (uno de los autores de EL OTRO SENDERO) en la que recuerda una ingeniosa frase del periodista Juan Carlos Tafur quien sostiene que "en el Perú se vota por joder". 

Ello es cierto en parte pues también se vota por ignorancia y no olvidemos que ésta es "atrevida". También se vota y se actúa políticamente ex profeso para hacer daño, como lo hizo el golpista Vizcarra con su "reforma política", cuyos "hijos" son el sinnúmero de cascarones, dizque partidos políticas que han aparecido como hongos malignos y que acogen a aventureros que pretenden ser el próximo Presidente de la República.

Sin embargo un hecho anecdótico confirmaría en parte lo dicho por Tafur. Hará unos años en un distrito alejado de Ancash entre copas y algún bocadillo, cuatro amigos decidieron impulsar una fantasmal candidatura de uno de ellos habiéndose ya cerrado los plazos de inscripción de candidatos. Es así que llenaron de pintas el distrito con el lema "Paco Alcalde, vota SPJ contra la corrupción". La gente se pasaba la voz y apoyaba al tal Paco, un vecino conocido por muchos.

Llegó el día de la elección y los vecinos al no encontrar a "SPJ"en la cédula de votación, supuesto movimiento a favor del tal Paco, decidió escribir está sigla y con ello viciaron su voto.

El resultado fue un abrumador número de votos nulos ("a favor de SPJ") y un ganador con exigua votación (en realidad había sido derrotado por los votos viciados).

El día lunes los vecinos se enteraron que SPJ solo era una broma de borrachines cuyo objetivo había sido hacer esto "Solo Por Joder".

Cómo muchas veces se habían unido unos cuantos que "solo querían joder" y muchos ignorantes que votaban sin saber por qué ni por quién.

Así fue en el 2020 con la votación del FREPAP; en 1978 con el FreNaTraCa y con el FOCEP del hilarante Genaro ("geranio" para el gran Sofocleto); las permanentes y folclóricas  candidaturas de Liborio Estada y de Cordero y Velarde; PAIS el precursor del  del pirateo político en 1980, entre otros "accidentes" de la política peruana.

Pero no olvidemos que algunos lo hacían sin malicia y otros pretendiendo imponer sus ideas trasnochadas como el troskismo del FOCEP; algo que hoy en día se ha transformado en un maligno intento de infiltrar organizaciones delictivas (terroristas, narcotraficantes y de lavado de todo tipo de dinero mal habido).

Estemos atentos. Como bien coincidimos con mi amigo y agudo analista Juan Carlos Eguren, aún nada está dicho. Lo que se haga en los próximos meses será decisivo para la continuidad del Perú como país viable. 

Es hora de deponer intereses de capillas minúsculas y pensar en nuestro querido Perú.