NO OLVIDEMOS

Ayer se cumplieron 32 años del sacrificio de mi Hermano Salesiano Capitán EP Jorge Julio Romero Castro asesinado vilmente por los terroristas comunistas de sendero luminoso en el Huallaga.

Su muerte no fue en vano como la de miles de peruanos. Finalmente el terrorismo en sus dos versiones fue derrotado militarmente pero no política ni ideológicamente y tras años han doblado "el recodo" y los hemos visto infiltrados en el Estado, oeneges, medios de comunicación y en diversas instancias de la sociedad e incluso siendo parte del infausto gobierno de Castillo, nacido de un fraude.

No es momento de olvidar a nuestros Héroes perseguidos por supuestos "defensores de derechos humanos" como es el caso del General de Brigada EP Juan Rivero Lazo, por citar un caso entre cientos.

Pero así como recordamos a quienes combatieron contra el terrorismo, dando incluso su vida; debemos recordar y señalar no solo a los que apretaron en gatillo o activaron una carga de dinamita sino a los cómplices silentes, asolapados y tontos útiles. Sin ellos el terrorismo no habría avanzado.

No olvidar es actuar con justicia, no con odio.; éste más bien fue lo que se sembró casi 14 años antes del inicio de lo que los terroristas llamaron "lucha armada" y hoy algunos intentan maquillar con el eufemismo de "conflicto armado interno" y hablande "terrorismo de estado, ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas y  lesa humanidad". Mentiras y complicidad plasmadas en "informes de la verdad y museos de dizque memoria".

Las acciones terroristas nunca podrían haber sucedido si el Estado no hubiera permitido el trabajo clandestino y desde el mismo Estado para sembrar la semilla de la maldad que cuando germinó trajo consigo sangre, destrucción, dolor y muerte. ¿Qué pasó y por qué? Aún no lo sabemos.

Tras años "de trabajo" un 17 de mayo de 1980 el terrorismo comenzó a actuar. Hubo un gran responsable y culpable de su avance, ése fue el entonces Presidente Belaunde que "dejó hacer, dejó pasar" so pretexto de que "solo eran abigeos". No sé extirpó el mal, se permitió la apología a través de los medios de comunicación so pretexto de la libertad de prensa y expresión, el magisterio y las universidades fueron los actores y medios para difundir esa ideología de muerte y captar cuadros y jueces y fiscales no pudieron hacer su trabajo por miedo, por no contar con las armas legales apropiadas y también por complicidad.

Para aquellos que han olvidado todo esto deberíamos llevarlos a la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional para revisar la prensa escrita y constaten cómo algunos a quienes llaman "demócratas" dieron su apoyo y justificaron el accionar terrorista. Esos eran frecuentemente "entrevistados" por los voceros del terrorismo de sendero luminoso (El Diario) y del mrta (Cambio), así como otros medios de la llamada "prensa de izquierda".

Todo ello no podemos olvidar menos a los Héroes de la Pacificación como tampoco permitir que el Presidente Fujimori, quién comandó la Pacificación entre 1990-200 sigan siendo perseguidos por los herederos de los grupos terroristas y de su ideología. Menos olvidemos a aquellos que hemos señalado líneas arriba y han muerto "en olor de santidad" pero que son tan culpables como los que dispararon un arma y mataron a miles de peruanos.