miércoles, 17 de julio de 2024

"PROFESIONALES"

 


Por muchos años el llamado deportista profesional y en especial el futbolista ganaba muy poco y el "show business" no movía los miles de millones que hoy mueve.

Los futbolistas de la actualidad están protegidos por normas expresadas en contratos que cautelan una serie de derechos y como contraparte determinan también los deberes y obligaciones, como tiene que ser (o como debería ser en el caso peruano p que lamentablemente no es así).

Atrás quedó el amor a la camiseta a cambio de muy poco como fue el caso del gran Teodoro Fernández, el gran Lolo, sin duda el más grande futbolista peruano de todos los tiempos que defendió una sola camiseta durante 23 temporadas, la de Universitario de Deportes. Para aquellos que no entienden lo que es la disciplina, la entrega y la fidelidad; quizás crean que otros lo sean pero esos podrán haber sido buenos peloteros pero nunca grandes deportistas y fueron "profesionales" porque cobraron por patear una pelota mas no demostraron en la cancha y fuera de ella lo que es serlo.

Junto con Lolo hay tres ejemplos más que casualmente defendieron una sola camiseta por muchas temporadas. Ellos, juntos con Lolo, sí pueden ser considerados símbolos. Me refiero al Puma Carranza (20 temporadas), Angel Uribe (17 temporadas) y René La Lora Gutiérrez (12 temporadas). Los cuatro defendieron la camiseta crema, algo que muy pocos equipos en el mundo pueden mostrar como capital inmaterial, vale decir la historia del club, que en el caso de Universitario de Deportes este 7 de agosto cumplirá 100 años.

Qué diferencia entre este ejemplo de entrega con el triste papel que hacen algunos peloteros que se creen con "derechos" pero ignoran el cumplimiento de deberes mínimos como llevar una vida personal ordenada, cumplir acuerdos contractuales y defender la camiseta del club que les pagan.

Qué casualidad que entre los defensores de quienes se niegan a jugar o viven "la vida loca" están ex jugadores de vidas similares, periodistas que comparten las noches de copas o gente que sabe Dios por qué, se ven "representados" en gente indisciplinada.

Nuestra sociedad pasa por una crisis de valores y el fútbol no puede ser la excepción. Si queremos que esto cambie, primero debemos contar con mejores personas; ello posibilitará tener mejores dirigentes, entrenadores de verdad y no alcahuetes y profesionales que se dediquen al fútbol con responsabilidad y pensando que antes que derechos tienen deberes que cumplir.

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