¿Cuál es
responsabilidad social de una empresa? Mucho se ha escrito y hablado hoy en día
al respecto olvidando que el fin principal de ésta es generar riqueza, empleo y
por ende desarrollo, entendiéndose que su actuación debe estar basada en el
cumplimiento de la ley, de la ética y pensando en coadyuvar en el logro del
bien común.
Una empresa no
fue creada para construir una escuela en una zona adyacente ni para poner
instalaciones de agua potable y saneamiento donde no las hay. Para eso tributa
y con esos recursos el Estado debe cumplir los fines para los cuales existe.
Una empresa debe maximizar utilidades, condición básica para que siga
existiendo y no fungir de asistente social o reemplazando al Estado.
Sin embargo, algunos
ven a empresas, mineras o petroleras por ejemplo, como si fueran “vacas
lecheras” a las cuales hay que exprimir hasta lo inimaginable. Para ello se
“inventó” la licencia social, por ejemplo e incluso “informalmente se ofrecen reportajes”
en cierta prensa local, los mismos que no son ni solicitados ni necesarios pero
que deben ser asumidos como “costos ocultos” por las empresas en ciertas zonas del país
para poder operar.
Años tardó el peruano
en sacudirse de ciertos pensamientos retrógrados como el Rol del Estado Empresario y de Gran Empleador que debía inmiscuirse en
toda actividad económica. Sin embargo hoy en día algunos sectores buscan volver
a las andadas y venden chicharrón de sebo (estabilidad laboral absoluta,
control de precios y sectores estratégicos que deben ser asumidos por el
Estado).
No hemos
aprendido la lección. Incluso “falsos liberales” quieren ganarse alguito
ofreciendo “humo”.
No hay duda
alguna que el mercado es el mejor asignador de recursos con el equilibrio que
ponen verdaderos organismos supervisores (no los que hoy existen). Quién debe
arriesgar invirtiendo son los privados y son los consumidores que los “premian” adquiriendo los bienes y servicios
que ofrecen. ¿Qué es lo que motiva a un consumidor a ello? Simplemente la
satisfacción de una necesidad con bienes y servicios de calidad. El libre
mercado finalmente será quien hará que una empresa sea viable y sostenible y no
el floro barato de los controles y de las oeneges “ambientalistas” así como de
ciertos congresistas que no se cansan de imponer más cargas a las empresas como
el Proyecto de Ley que busca que todas las empresas tengan cunas y centros de
atención de hijos menores. ¿Quién paga esta factura? ¿Cuántas empresas quebrarían
si tuvieran que “cumplir” con esta norma?
Qué bueno es ganarse indulgencias con
Ave Marías ajenas¡¡
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