sábado, 16 de marzo de 2019

EL CUERNOFONO DE LOS PICAPIEDRAS

Sencillamente es ridículo leer a ciertos jovencitos lanzando incendiarias proclamas usando sus modernos celulares contra la inversión privada.
¿Cómo podría haber pasado esto si continuáramos con el modelo estatista que mantenía decenas de empresas estatales, todas ellas ineficientes y deficitarias, entre ellas la Compañía Peruana de Teléfonos (CPT)?

En 1994 este modelo “empresarial” (por decir algo) se quebró con la gran privatización de la CPT y ENTEL (más de 2000 millones de dólares pagó la Telefónica por adquirir las acciones de ambas empresas). Se acababa con las líneas telefónicas a 2 mil dólares y esperas al infinito para conseguir una. Cientos de miles de líneas de telefonía fija y cientos de teléfonos públicos surgieron como hongos benignos para satisfacer una necesidad imprescindible. La de comunicarse.
Pasaron los años y apareció la telefonía digital que como toda novedad fue muy cara al inicio y hoy se ha expandido hasta alcanzar cifras inimaginables aquel 1994. Hoy existen algo más de 26 millones de líneas de telefonía celular pero cabe decirlo, aún a pesar de la competencia entre los operadores, el servicio no es óptimo y hay mucho desconocimiento entre los consumidores al momento de optar por un plan de telefonía y por qué no decirlo, hay falsas ofertas y ante ello el organismo regulador OSIPTEL aún no cumple cabalmente su papel. Los reclamos de los clientes casi nunca son atendidos favorablemente a pesar de la justeza de sus reclamos (yo mismo he sido “víctima” de esas injusticias).

Es impensable aún cuál será el futuro de las comunicaciones. Pensar que tuvimos no hace mucho la telefonía IP que devino en obsoleta con la aparición de los Smartphones cada día más potentes. Ya las llamadas desde teléfonos fijos ni se realizan y el uso del WhatsApp superó largamente al Skype en poco tiempo. Seguro que ni Stanley Kubrik en 2001 Odisea en el Espacio se imaginó que fuera posible la escena de la comunicación entre dos personas a través de una versión futurista  del Skype.
El mercado evoluciona a pasos agigantados. Ahora tener un celular con capacidad de 32 Gigas ya es algo casi obsoleto sobre todo para el uso que hoy se le da, ya que ha dejado de ser un mero teléfono para convertirse en una computadora portátil y soporte para escuchar música, ver películas y comunicarse vía redes sociales. Sin embargo, no podemos imaginar todavía como cierta empresa ofrece como gran “oferta” cuatro servicios a la vez (telefonía celular, telefonía fija, servicio de internet y televisión en cable) pero no ofrece “dúos” de solo internet y televisión de cable o telefonía celular e internet (hoy ya muchas personas ven películas y series vía Neflix obviando por completo la televisión llamémosla tradicional).

¿Los adelantos tecnológicos conllevan mejor calidad de vida? Quizás. “El Mundo al Instante”, como decía un antiguo noticiero que los cinemas pasaban previo a las películas, ya no es solo un dicho sino una realidad. Conversaciones en tiempo real “face to face”, envío de información al momento y otras cosas positivas; sin embargo el uso de la tecnología también ha traído consigo un proceso deshumanizante de las relaciones interpersonales (pueden estar 4 personas sentadas juntas y no comunicarse entre sí por estar atentas a las redes sociales); jornadas de trabajo sin fin pues hay la “obligación” de estar atento al teléfono del centro laboral; hasta incluso modismos como hablar con el micrófono entre dientes.

Finalmente, es bueno saber que todo exceso es malo y que todo lo que vemos como adelanto se debe a que ha habido emprendedores, gente visionaria y sobre todo personas que han invertido tiempo y dinero para tener lo que tenemos. El sueño del “Estado Empresario” es una ilusión que siempre termina en pesadilla. Los peruanos ya

No hay comentarios.:

Publicar un comentario