miércoles, 6 de marzo de 2019

A SOL LAS RELLENAS


“A sol las rellenas” ofrecía una señora ya mayor, vestida humildemente pero muy pulcra. Eran los años 70s en los que cursaba Primaria en el colegio Nazareno de Breña. Con mis compañeritos Campos, Wagner, Polo, Orikawa, los primos Díaz Ludeña y Díaz Herrada, Venturi, Barrera, Trivelli, Carhuancho Lucen, Marchese, Lepage, Vidal Donayre, Vidal Ezeta, Vargas y otros nos “disputábamos” las Papas Rellenas a la hora de salida. Yo las compraba cuando mi papá me daba “mi sol” de propina.
Eran de relleno “humilde” (más cebolla que carne) pero de sabor incomparable. Siempre bien calientes, la señora las guardaba en medio de una manta muy limpia y las ofrecía con un riquísimo ají.

Pocos sitios hoy en día ofrecen una buena Papa Rellena. El único sitio dónde comí una mejor fue en mi casa donde el relleno sí era generoso en carne o pollo, aún en épocas de “vacas flacas”, hechas claro está por mi madre Ana.

La comida tiene sus secretos; no solo en los ingredientes y preparación sino en las manos de quienes la hacen. Ya lo dijimos anteriormente. La paciencia es uno de ellos. No hay peor Papa Rellena que aquella hecha con papas a medio prensar por el apuro.
Otro de los detalles para su preparación es mezclar papa harinosa con una más consistente (incluso yuca). Esto le da consistencia y hace que no se desmorone apenas le pones el tenedor encima.
En cuanto al relleno, hay de todo tipo sea con carne de res picada en trozos pequeños o molida, pollo en trozos o incluso queso.  La calidad del relleno dependerá lógicamente de cuánto dinero tengamos para ponerle, por ejemplo carne de buena calidad.
Tenga en cuenta algo: no fría mucho el relleno pues lo reseca (deje que el relleno termine de cocerse durante la fritura de las papas rellenas). Agréguele su aceituna deshuesada de ley y algunas pasas (no muchas pues le da un sabor demasiado dulce). Aparte de la carne o pollo, el relleno lleva cebolla bien picada, trozos de huevo duro, ajos, pimienta, sal, comino, pimienta y también ají amarillo bien picado.
Finalmente, otro de los secretos para una buena Papa Rellena es freírla con aceite de buena calidad y de un solo uso. Y no olvide que la fritura sirve para darle un dorado atractivo (no se descuide pues las papas se quemarán y quedarán de un color “quemado” horrible).  No las enharine mucho pues empolvarlas sirve para darles consistencia más no para que se forme una costra incomible.

Si desean una recomendación de algún lugar dónde comer la mejor Papa Rellena de Lima vaya a la esquina de José Gálvez con Leoncio Prado en Magdalena, a pocos pasos del Mercado de este distrito. Pídala con su porción de arroz y su salsa de cebolla recién hecha. Ah y no se olvide de pedir su Inca Kola bien heladita para acompañar este “manjar de los dioses”.

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