Algunos amigos que me leen han
preguntado si a mi consideración “todo pasado es mejor” como dice el dicho tan
popular.
Esta pregunta viene a raíz de los
diversos artículos que he venido escribiendo recordando anécdotas, música,
programas de radio, diarios que ya no se publican y por supuesto escenas de mi
primera juventud.
Creo que no necesariamente todo
pasado fue mejor ni el presente no es perfectible. Sino recordemos con
objetividad y no sublimando varias cosas que no marchaban como hoy marchan. Por
citar alguna de ellas, señalaré las comunicaciones hoy en tiempo real y no
como hace muchos años cuando una carta
llegaba a su destino en 15 días o encontrar un teléfono público era casi una
hazaña.
Distingamos bien las diferencias.
La vida antes era más lenta, con todo lo que ello conlleva. Las tertulias
después de la cena unía a la familia. Hoy, las comunicaciones vía redes
sociales casi han deshumanizado a los “seres humanos”, por indicar algo
negativo de la modernidad.
El avance de la industria
alimentaria ha hecho que comamos menos sano y natural. Sin embargo es cierto
también que hay una gran oferta de productos naturales, algo más caros. Por
ejemplo ya no se consiguen huevos blancos salvo en tiendas naturistas y claro.
Se puede encontrar de todo pero siempre y cuando contemos con los “recursos”.
Como señalé en otros artículos
hoy en día podemos estar informados al momento de lo que pasa en el Perú y el
Mundo, lo que no ocurría antes; sin embargo la información es tanta que ya
abruma y corremos el riesgo de consumir mucha “basura y fake news”.
Ni qué decir del paisaje citadino
en ciudades cómo Lima. Antiguos edificios lucen deteriorados o han dejado paso
a enormes rascacielos; sin embargo para aquellos que suspiran por el pasado les
sugiero que se den un paseo por las calles del Centro Histórico de Lima un
domingo entre las 4 y 6 de la tarde (sugiero que lo hagan entre Jirón de la
Unión, Jirón Ica, Jirón Azángaro y Jirón
Cusco. Creerán que han regresado por un “túnel del tiempo”).
Volviendo a nuestra niñez y
primera juventud, recuerdo cosas positivas como por ejemplo el respeto que se
guardaba en la Semana Santa (hoy llamada despectivamente por algunos como
“semana tranca” por los excesos que se cometen). Así mismo el respeto a los
mayores y a las propias reglas (¿será que antes nos enseñaban Educación
Cívica?).
Finalmente, pero sin cerrar el
tema, aquellos que creen que nuestros políticos fueron mejores antes (por decir
1963-1968 o 1980-1985) diré a contrapié que hay que leer un poco la historia.
Ellos fueron los culpables de la gran crisis de los 80s. No lo olvidemos.
Cómo el tema da para más,
seguiremos desarrollando el tema en otras entregas.
Hasta mañana¡
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