domingo, 2 de agosto de 2020
EL SUEÑO AMERICANO
La vida es una caja de sorpresas y a veces un juego de azar al cuyo término otros hacen el saldo de lo que hicimos o dejamos de hacer.
Hará unos días conversando con un amigo, Antonio Crespo, constatamos que una oportunidad perdida no siempre es para mal.
Antonio practicó Karate con el el famoso Sensei Masa Oshiro creador del estilo Seygio Ryu. Los que conocen sobre el tema dicen que fue tan bueno o quizás mejor que su hermano Jorge, el famoso Cholo. Sin embargo el deporte que lo atrapaba era el fútbol. Su tiempo libre lo compartía entre ambos, pero dio la casualidad que una lesión contraída en el verde impidió que siguiera como preseleccionado para participar en un Sudamericano de Karate representando al Perú.
Antonio incluso llegó alternar en el equipo de Reserva de la U y compartió cancha con importantes jugadores de fines de los 70s y comienzos de los 80s. Era un hábil mediocampista zurdo que no tuvo la oportunidad de alternar en el primer equipo, por esas cosas propias del fútbol, en el cual muchas veces por diferentes razones importantes prospectos quedan en ello sin dar el salto. Antonio Crespo me recuerda que uno de los jugadores de aquella época fue José Pajuelo con quien mantiene amistad, la que se ha prolongado todos estos años que vive en USA.
Sin embargo, ello le permitió aceptar viajar a los Estados Unidos y asentarse ahí como inmigrante, de los millones que aspiran a lograr el "Sueño Americano".
Tras casi 40 años vaya que lo logró. Hará unas semanas celebró 35 años de feliz matrimonio al igual que fue el de sus padres. Tiene 2 hijos, ya formados y encaminados, siendo el primero de ellos un deportista destacado así como el mayor de sus seis nietos un destacado deportista en basket.
El peruano inmigrante como Antonio es resilente, trabajador y creativo. Algunos dicen que es "recursero", forma popular de llamar al "mil oficios" que siempre está dispuesto a trabajar con imaginación en diferentes sectores de la economía. Antonio estuvo becado en una universidad de USA pero circunstancias le impidieron seguir. Ha trabajado por casi 20 años como formador de jóvenes deportistas junto con su amigo José Pajuelo, de quien diremos que fue nada menos que campeón en el recordado San Agustín en los 80s.
Antonio como muchos peruanos no rompe con sus raíces, con las costumbres, con la comida. En el 2021 tendrá la oportunidad de elegir a los representantes, 2, de los peruanos en el exterior como él. Esperemos que más peruanos se interesen y voten pues solo el 6% del total de peruanos que viven en el exterior lo hacen.
Hacerlo es una nueva responsabilidad. Felizmente hoy en día la tecnología, el internet y las redes sociales permiten estar al tanto, al segundo, de lo que pasa a miles de kilómetros.
Es por ello que la participación de los peruanos en el exterior ya no solo aportarán con las valiosas remesas que remiten por cientos de millones de dólares sino con su experiencia y su participación a través de su voto.
En estos días de la pandemia muchos peruanos no pueden viajar como lo hacen para visitar a sus familias pero ello no implica estar desconectados gracias al WhatsApp o el Zoom, por citar dos herramientas.
Finalmente, cómo decía un amigo, el peruano siempre regresa y muchas veces para quedarse a pesar que bastantes terminan adoptando o siendo adoptados por la tierra que lo acogió como a Antonio.
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