Hará un tiempo, el 28 de abril del 2019 un
libelo “conmemoraba” el enfrentamiento en las pampas de Puyhuan en Molinos, Junín,
donde cayeron abatidos 58 terroristas de
la entonces organización MRTA en circunstancias que se desplazaban en dos
camiones rumbo a Tarma para tomarla por asalto.
Como no podía ser de otra manera,
se pretende hacer creer que en esta intervención hubo “ajusticiamientos
extrajudiciales y repase de heridos”. Es “la verdad” que se pretende hacer
creer en complicidad con algunos “intelectuales”.
Aquella madrugada del 28 de abril
de 1989, mientras se desplazabanen dos cambiones rumbo a Tarma elementos terroristas fueron
intervenidos en un retén del Ejército. Al momento de revisar uno de los
camiones, los delincuentes terroristas
sorprendieron a los miembros de las Fuerzas Especiales ocasionándole la muerte
con ráfagas de fúsiles automáticos al Teniente
EP Jhonny Morales Rodríguez. También murieron en el enfrentamiento el Sargento
Yuri Portocarrero, el Sargento Ladislao Choque,
el Cabo Ulises Rivera y otros dos militares, Hernán Camavilca y Jorge
Flores. Sin embargo cabe señalarse que existían informes de inteligencia
que determinaban que el MRTA preparaban una toma de una ciudad importante de la
zona por lo que el Comando del Ejército había redoblado las acciones
preventivas y de patrullaje, motivo por el cual ocurrió este encuentro si bien
fortuito más no inesperado.
El destacamento del Ejército
respondió rápidamente y tras un cruento combate dieron muerte a 58 terroristas
y 9 lograron evadir el cerco, siendo intervenidos algunos en pueblos cercanos.Entre los muertos estaban "veteranos" de la guerrilla terrorista de 1965.
El MRTA y sus cómplices sufrieron
un golpe terrible del cual no pudieron restablecerse. Según informes que tuve a
mi alcance, esta organización terrorista había invertido dinero y tiempo en
entrenar a este destacamento el cual incluía un gran número de elementos
terroristas de El Salvador, Nicaragua, Colombia y Ecuador quienes fueron abatidos,
perdiendo en este enfrentamiento gran cantidad de armamento con gran potencia
de fuego.
La semana siguiente el vocero
oficioso de este grupo terrorista, el semanario CAMBIO informaba profusamente
sobre este hecho con fotos “exclusivas”. En aquel entonces también se filtraba
fotos a los medios y más aún cuando entre los mismos congresistas de entonces
había gente que apoyaba y participaba activamente haciendo “el trabajo político
legal”. Recuerden que un diputado de la entonces Izquierda Unida (IU) llamaba a
forjar “la trenza entre la izquierda legal y la revolucionaria (léase
terrorista)”.
El MRTA siguió su ofensiva
terrorista pero notoriamente disminuido en cuanto a su capacidad operativa para
asestar golpes espectaculares en la Región Central del Perú. Sin embargo,
siguieron ejecutando actos terroristas y secuestros de empresarios a quienes
sometieron a viles cautiverios en las llamadas “cárceles del pueblo”. En una de
ellas fue retenido el empresario Héctor
Delgado Parker con cuyo rescate pudieron seguir sosteniendo sus ataques en los
que mencionaremos el asesinato del General López Albújar.
La derrota en Molinos fue de
carácter estratégico que se sumaba a la captura del líder del MRTA Víctor Polar en los primeros días del mes de
febrero.
Creemos perentorio hacer este
pequeño recuento de hechos luctuosos que ensangrentaron el Perú. Que no nos
hablen los herederos de los asesinos de los 80s y 90s de democracia, menos de
derechos “humanos” e intenten lavarle la cara a los asesinos que cayeron en
Junín a quienes llaman “combatientes heroicos de un conflicto armado interno”
en cuyo día de su muerte declaran “día del heroísmo del combatiente
emerretista”. Menos aún que 30 años después quieran perseguir a quienes desde
las Fuerzas Armadas combatieron al terrorismo asesino.
Finalmente, he revisado el
Informe de la Comisión de la Verdad (páginas 223-239) y en él, fiel al estilo
de quienes lo redactaron hablan de “conflicto armado interno” y dicen tener
“indicios” de que hubo ejecuciones extrajudiciales de emerretistas así como
detenciones y desapariciones de pobladores en los días posteriores al
enfrentamiento. Es más, parte de lo que figura en esas páginas es elaborado con
“testimonios” de terroristas sobrevivientes, lo que muestra claramente el sesgo
de esta “verdad”.
Basta ya de mentiras y de
complicidad¡ Gloria y agradecimiento eterno a los seis miembros del Ejército
Peruano caídos en cumplimiento de su deber
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