Ayer una de mis frecuentes lectoras, Ana Rosa, me hizo una afirmación que da origen a esta nota.
Ella me dijo categóricamente que ni el comunista Castillo ni nuestro pueblo se parecían a Petain ni al francés que se opuso tenazmente al invasor nazi
Ante estas afirmaciones cabe un par de aclaraciones. Castillo se parece a Petain en que ambos entregaron al Perú y a Francia a sus enemigos (el comunismo y el nazismo). Esperamos que la ocupación de nuestra Patria no dure los cuatro años que duró en Francia (en la Segunda Guerra Mundial).
En tanto podría ser que nuestro pueblo no se parezca al francés que resistió ofreciendo incluso su cuota de sangre y vidas. Desgraciádamente una buena parte de los peruanos no están luchando contra este desgobierno ilegítimo, incapaz y corrupto -pese a estar en contra- y hay un sector de la ciudadanía que está colaborando con el comunista tal como lo hicieron los llamados "colaboracionistas" franceses que a cambio de mendrugos y favores apoyaron a los nazis y combatieron a la Resistencia como delatores.
Este sector que apoya al desgobierno comunista no lo hace por principios sino a cambio de granjerías, puestos de trabajo y mendrugos (los llamados "carapulcreros"). Hay una serie de tontos útiles que creen que Castillo es "mejor" que cualquier opositor, curas infiltrados que lo apoyan desde la campaña electoral del 2021, grandes empresarios cobardes e informales que lavan sus utilidades provenientes de actividades ilícitas y ni que decir de aquellos que son parte de la presunta organización criminal cuyo cabecilla sería, según la Fiscalía de la Nación, el propio que funge de Presidente de la República.
Entonces ahí están las similitudes y diferencias entre Petain y Castillo y de quienes optaron apoyar a los invasores tal como hoy lo hacen quienes apoyan al proyecto castrochavista.
El final de estos traidores sí será parecido. El oprobio y el señalamiento público. Los delincuentes tendrán que pagar con su libertad.
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