Hoy sábado 5 de noviembre miles de demócratas salimos a decirle al comunista Castillo que se vaya. Basta ya de incapacidad y corrupción.
La protesta ciudadana legítima y amparada en la Constitución se vio frenada en la Avenida Abancay donde indignos policías atacaron a los manifestantes con bombas lacrimógenas y golpes, deteniendo a varios de ellos. Estos policías "cumplían órdenes" de oficiales que quién sabe si no le merecen sus galones al comunista Castillo. ¿Hasta cuándo no sabremos quiénes han comprado sus grados con plata sucia?
Por mucho tiempo los manifestantes gritaban "Policía Nacional, orgullo del Perú". Hoy no podemos decir lo mismo. Indignos y arrodillados ante proterroristas, herederos de los asesinos a quienes sus antepasados combatieron.
El lema "El Honor es su Divisa" ya es cosa del pasado. Estos policías nos avergüenzan y no merece el mayor respeto. Aquellos que justifican lo acontecido bajo el pretexto de "la obediencia" no tienen ningún ápice de razón. Es hora que de sepa cuál ha sido la cadena de mando y tarde o temprano tendrán que asumir sus responsabilidades.
¿Quién dio la orden para que intervengan policías montados en caballos? ¿Quiénes ordenaron la represión indiscriminada y sin razón alguna?
El primero que debe asumir la responsabilidad es el Ministro del Interior. Basta ya de cobardía. ¿Dónde están los congresistas "demócratas" que deberían encabezar la protesta ciudadana?
Estamos llegando a un punto en el que las marchas ya no son suficientes y si es menester tomar otras medidas, habrá que tomarlas antes que el Perú se convierta en una dictadura castrochavista donde la Policía se está convirtiendo en la fuerza de choque del comunista Castillo.
Los nombres de quienes han asumido la responsabilidad de dar las órdenes de reprimir la manifestación del 5 de noviembre deben ser tomados en debida cuenta. Arrodillarse ante el comunista deberá ser respondido de la única forma: la baja con deshonra. Son indignos de ser herederos de Mariano Santos y de quienes dieron su vida luchando contra el terrorismo comunista.
Qué vigente está hoy lo dicho hace décadas por Héctor Cornejo Chávez: "su honor ya no se divisa"
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