Para aquellos que lo dudean aún, sobre todo esos cojudignos y mercantilistas, vivimos de nuevo el drama de los años 80s. Para muestras, varios botones.
Ayer el diario Expreso informó sobre aumentos de sueldos en la casi quebrada PetroPerú. De Ripley. Y junto con ello en pleno descrédito, en el Congreso no se les ocurre algo mejor que dar un bono a los "míseros" sueldos de sus trabajadores, tan pobres como el Chavo del Ocho.
¿Qué hacen con ello? Queriéndolo o no solo echan más gasolina a la hoguera prendida por el comunista Castillo y sus ayayeros. Como bien dice Fernando Rospigliosi el odio esparcido por el comunista ya está dando sus frutos. Pronto los veremos transformados en algaradas que tan bien organizó alguna embajada caribeña en países vecinos.
Entre tanto Castillo sigue mintiendo e insultado a la prensa y la Fiscalía y con ello trata de hacer olvidar las graves acusaciones que penden sobre él. Y no solo eso, amenaza a quienes dice "no hacen las obras pública" como si el propio Estado no fuera responsable con su conocida incapacidad. No contento con ello ofrece los servicios del Ministerio de Defensa para que "haga" lo que no puede hacer. ¿Alguien lo duda? Aún el MINAGRI aún no puede comprar urea.
Y la cereza del pastel es un informe lapidario de El Comercio sobre las 84 investigaciones por diversos delitos imputados a 13 futuros gobernadores regionales, siendo el capo el ayacuchano Oscorima con 23. No aprende el "electarado", como diría Aldo Mariátegui.
Entre tanto, el Perú se sigue hundiendo en la desesperanza, en el odio y las miasmas de la corrupción.
Este sábado 5 es una oportunidad para decir no a este infortunado desgobierno, corrupto e incapaz. Salgamos a marchar, el Perú no puede terminar de caer en garras del castrochavismo.
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