¿TRASPARENCIA?

Anteayer la misión de la OEA se reunió con la Mesa Directiva del Congreso pero impidió que la ciudadanía vea en vivo y en directo (e incluso grabado) lo que se trataría en el cónclave. ¿A qué le temían estos burócratas? ¿ Por qué se aceptó esta pretensión que impidió que la ciudadanía sepa lo que se conversó y las posiciones de los cuatro miembros del Congreso? ¿A qué tanto secretismo cuando se llenan la boca del derecho de los ciudadanos a estar informados?

Eso sí, si la sesión hubiera sido retransmitida, hubiésemos sabido la cantidad de razones que respaldan las acusaciones contra este desgobierno corrupto e incapaz.

Este secretismo no es nuevo a menos que alguien nos diga cuáles fueron los compromisos y acuerdos con el laboratorio Sinopharm o con los corruptos de Odebrecht.

Lo peor de todo para este caso, sería saber el costo que implicó para el Perú ambos acuerdos con el laboratorio chino ylas constructoras así como tambien cuánto nos cuesta a los peruanos el recibir a la misión de la OEA.

Estas tres muestras nos dicen claramente la catadura de aquellos que han permitido que no sepa la verdad.

Ni qué decir del secretismo con que autoridades electorales resolvieron una serie de acusaciones sobre irregularidades en el proceso electoral del 2021 que llevó ilegítimamente a Palacio de Gobierno a un incapaz y corrupto.

Lo cierto es que pese a todo, la verdad está saliendo a la luz y tarde o temprano corruptos y los causantes de miles de muertos en la pandemia terminarán con sus huesos en la cárcel.

En esta tarea de buscar justicia, fiscales y jueces probos deben actuar de acuerdo a ley y permitir una fumigación de nuestra Patria que logre su refundación moral.