Anteayer un grupo espontáneo de ciudadanos dió el ejemplo a aquellos que callan por temor o por abulia y demostraron su rechazo a un incapaz y corrupto comunista; quien con tremenda sinverguenzería acusó de ser "rateros" a quienes lo repudiaban. Hay que ser caradura para hablar de robos y tener seis investigaciones fiscales, en las que se le acusa de ser el presunto cabecilla de una organización criminal.
Gente de toda edad que va a atenderse al hospital Rebagliatti no pudo contener su indignación y le encaró al comunista. ¿Sabrá este individuo las penurias de los asegurados ante la falta de médicos y medicinas? ¿Cuántos pacientes han muerto esperando una cama donde atenderse?
Algunos dirán, con cierta razón, que estas carencias son endémicas pero cuando vemos a quiénes se nombra como ministros de Salud, lo que podría ser un lógico descargo se transforma en un vano pretexto. No es posible que cualquiera sea ministro en una cartera tan sensible como aquella y encima se llenen de miles de dólares los bolsillos, producto de sospechosas maniobras.
Esto no viene de ahora pero quienes deben dar cuenta de lo que se ha hecho mal o lo que se ha dejado de hacer siguen cómo si nada. Libres y encima opinando. ¿O acaso el genocida Vizvarra y sus ministros de Salud han rendido cuentas por los 200 mil muertos en la pandemia?
Hoy el Perú se debate no solo en una crisis económica sino moral. Los corruptos de Lava Jato pareciera que saldrán "libres de polvo y paja" por la aparente "impericia" de un par de fiscales que negociaron un acuerdo secreto con los corruptos brasileños y los fugados cómplices de la corrupción de "la chota nostra" ni siquiera son aprehendidos. ¿Incapacidad o complicidad?
Cada día surgen nuevos escándalos de nepotismo, raterías y de mal uso de los recursos públicos pero según una "encuestadora" la aceptación del comunista "se increnenta". ¿A más corrupción, más aceptación?
Hoy es el día en que debemos salir a las calles para salvar al Perú de incapaces y corruptos. Hay todavía cojudignos que desde cargos en los que perciben miles de soles sostienen que "los empresarios confían en el gobierno". Hay que ser cojudos para creer ello o ser cómplices del comunista. ¿Serán tan imbéciles algunos que aún confían en un comunista? ¿No se han enterado qué pasó en Venezuela?
Basta de miedo, inercia y "alpinchismo". Hoy salir a las calles es un deber de todos los que queremos un Perú Democrático.
Mañana será tarde¡
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