Dentro de algunos días recordamos los 52 años de una fecha que marcó un proceso que trajo atraso a nuestro país. Me refiero al inicio del Gobierno Militar encabezado por el General Juan Velasco Alvarado.
Para algunos desmemoriados o que desean adrede olvidar la historia, el mes anterior al 3 de octubre de 1968 estaba signado por el desgobierno y la corrupción. El Perú vivía en medio del caos.
El Gabinete Hercelles había presentado un presupuesto desfinanciado y en el marco de facultades extraordinarias concedidas ejecutaba un paquetazo fiscal entre cuyos dispositivos figuraba un arancel del 40% aplicado a las revistas de origen extranjero. El Odriismo preparaba una interpelación al Ministro Manuel Ulloa por estas medidas.
No hacía mucho el Perú había “celebrado” un año de la devaluación del sol que había pasado de cotizarse en 26.82 soles por dólar a 43.50. El desorden de las finanzas públicas y en el sector externo era evidentes.
El Parlamento era una olla de grillos. El diputado Mario Villarán había sido suspendido por llamar “deshonesto” al Gobierno, en tanto el senador oficialista (Acción Popular) había renunciado al partido.
En medio de esta batahola, Carlos Loret de Mola anunciaba el 11 de setiembre que la “Página 11” del Contrato con la IPC “había desaparecido”. El escándalo había estallado. Edgardo Seoane (AP) sostenía que el Contrato era nulo a lo que se suma la postura contraria del APRA. Los voceros del gobierno como Pablo Carraquiry y el propio Manuel Ulloa sostenían con mucho cinismo y poca vergüenza que la llamada “Página 11” nunca había existido. El Directorio de la Empresa Petrolera Fiscal (EPF) renunciaba en pleno.
Un juez de turno evaluaba entonces abrir instrucción contra los responsables de este escándalo y en el Parlamento seguía las interpelaciones, al Ministro de Agricultura Orlando Olcese y a Carlos Velarde, Ministro de Gobierno.
Por aquellos días el Municipal volvía a Primera tras campeonar una fecha antes del final del Torneo de Segunda; el Juan Aurich de la mano del Tano Bártoli campeonaba en la primera rueda del Descentralizado; Faucett cumplía 40 años; un atoro ocasionaba una inundación en la Bajada de Armendáriz; el kilo de pecho en el Super Market costaba 22.90; la delegación peruana a los Juegos Olímpicos de México parte a ese país convulso por asonadas estudiantiles; Henry Bradley ganaba la tercera versión de Los Caminos del Inca; un fuerte temblor hacía “bailar” a los limeños e Isabel Sarli mostraba sus desnudeces en “La Tentación Desnuda” que se proyectaba en los cines Venecia, Azul, Capitol, entre otros.
El escándalo de la Página 11 era imparable. El propio Gabinete Hercelles acepta hacer un nuevo contrato entre la EPF y la IPC. El APRA y AP se unían para rechazar una censura al Gabinete Hercelles presentada por el Independiente Fernando Noriega y Héctor Cornejo Chávez (DC).
Pero al precario gobierno de Fernando Belaúnde ya languidecia. Una división en su propio partido encabezada por la facción llamada “termocéfala” al mando de la cual estaba Edgardo Seone, obligó al propio Presidente a declarar en “reorganización” su partido. A esto sucedieron tomas de locales y hechos de violencia.
La sombra del golpismo ya caía sobre el Perú cuando el entonces Presidente del Comando Conjunto y Comandante General del Ejército General Juan Velasco salía a opinar sobre la Página 11 y a enmendarle la plana al Ministro de Guerra Roberto Dianderas.
Héctor Cornejo Chávez pide la renuncia del Gabinete Hercelles en tanto la Izquierda encabezada por un coordinadora liderada por Francisco Moncloa se pronunciaba en contra del gobierno y la Derecha se reunía de cara a las elecciones de 1969 (que nunca se realizarían). Participaron en esa reunión Javier Ortiz de Zevallos, Rodrigo Franco, Geraldo Arosemena, Pedro Roselló, Oscar Berckemeyer y otros.
Finalmente el Gabinete Hercelles cae y cede la posta “por escasas horas” al Gabinete Mujica Gallo. Manuel Ulloa y los tres ministros de las Fuerzas Armadas permanecen en el Gabinete.
Al día siguiente, en horas de la madrugada el Presidente Belaúnde era sacado en paños menores de Palacio y se consuma el golpe militar. Son detenidos los ministros y varios parlamentarios y el entonces estudiante de la Católica, Víctor Andrés García Belaúnde protesta en La Colmena, al costado del hotel Bolívar, y es reprimido rápidamente.
Escasas protestas ciudadanas siguieron en las primeras horas posteriores al golpe militar. Odría y Seone justifican el golpe; Bedoya lo rechaza; el pradismo se abstiene de opinar y Haya de la Torre permanece fuera del país pese a que estaba ya programado su regreso del exterior.
El 9 de octubre de ese año, tropas del Ejército ocupa las instalaciones de la IPC y a partir de esa fecha por algunos años, ese día fue conocido como el Día de la Dignidad Nacional.
En los primeros días posteriores al golpe, se evaluaba la posibilidad de un Referendum para ver si se convocaba a una Asamblea Constituyente y también se habló de la convocatoria a Elecciones Generales, aunque sin fecha definida. Puro humo¡ La Junta Militar se quedó hasta 1980 en cuyas elecciones volvió a ser electo el Presidente Fernando Belaúnde.
Al parecer, la historia se repite y los peruanos no aprendemos¡
"el kilo de pecho en el Super Market costaba 22.90"... casi a la mitad de un dólar, que Belaúnde hubo de devaluar a 43.5
ResponderBorrarHoy el sancochado cuesta lo mismo en soles pero al cambio resultan casi 7 dólares. Es la herencia que pocos quieren ver. La historia ayuda a entender mejor el presente.