jueves, 29 de octubre de 2020

UN HEROE DEL PERU: HOMENAJE EN VIDA AL GENERAL DE DIVISION EP (r) JOSE WILLIAMS ZAPATA

 


Tuvimos el honor de conversar con el General de División EP (r) José Williams Zapata, uno de los héroes vivientes de nuestra Patria. Fueron más de dos horas de recuerdos y apreciaciones que dan origen a esta nota.

Conocemos al General Williams desde hace muchos años, cuando éramos vecinos en un distrito mesocrático de Lima. Nació en una familia sólidamente conformada. Su padre José Williams Acuña fue también un destacado oficial del Ejército Peruano y su madre Rosa Zapata, una dama en toda la extensión de la palabra. Fruto de ese matrimonio, José fue el hijo mayor, siendo sus otros hermanos Jorge, Coca y Oscar. Su padre perteneció al arma de Caballería y representó al Perú en múltiples campeonatos ecuestres, siendo campeón Bolivariano, subcampeón Sudamericano y muchas veces campeón nacional.

Por motivo del servicio de su padre vivió en muchos lugares de nuestro extenso Perú y fruto de esas experiencias aprendió a querer a su patria. Realizó sus estudios en varios colegios (por los viajes de la familia) pero destaca especialmente su paso por el colegio Salesiano (Cusco y Lima).

El ámbito familiar y su admiración por su padre hizo que floreciera su vocación de servicio al Perú, lo que llevó a cristalizarla en su decisión de ingresar a la Escuela Militar de Chorrillos (EMCH) en 1969 (17 de marzo). Williams relata su paso por la EMCH donde escoge el arma de Infantería. Siendo Aspirante (1971) realiza el Curso Básico de Paracaidismo y con ello empieza su formación en las Fuerzas Especiales.

Egresó de la EMCH en 1972 y por ello forma parte de la Promoción 1973 del Ejército Coronel. Manuel Francisco Chocano Soto (uno de los héroes que defendió el honor del Perú en la Batalla de Arica el 7 de junio de 1880). Su primer destino como oficial fue el Batallón de Infantería BI 11 en Papayal, Tumbes.

En 1976 hizo el Programa (Curso) Regular de Comandos, curso donde templó su carácter, adquirió destrezas y afianzó su amor por el Perú. Williams recuerda, en especial, a su instructor el Teniente EP Percy Delgado de la Flor (“el Lobo”). Cuenta que en los cursos de comandos los instructores pueden ser oficiales, suboficiales o personal de tropa y todos son llamados “instructores” y se es “alumno” sin importar el grado que en ese momento ostenten.

Un comando está capacitado para operar en cualquier ambiente natural (anfibio, desierto, sierra, selva) y gracias al riguroso entrenamiento está en capacidad para afrontar cualquier reto que su Comando y el Perú se lo demande. Williams nos indica que “ser comando es parte de una hermandad (hermanos comandos) en donde los une el compromiso con el cumplimiento del deber”.

Gracias a su excelente performance como alumno, fue invitado para hacer el curso de Lancero en la hermana República de Colombia, donde destacó como era de esperarse.

Williams es uno de los cientos de militares a quienes la Nación encargó la dura tarea de combatir el terrorismo. Como bien hace notar Williams, la coyuntura en que se desarrolló la guerra contra Sendero Luminoso y MRTA fue muy diferente a lo que ocurrió en 1965 (guerrillas con influencia castrista). Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional se enfrentaron a un enemigo que se infiltró en toda la sociedad, sin dar la cara y mimetizado. Fue una guerra entre el Perú y el terrorismo. Williams combatió en tres frentes cumpliendo el encargo que le dio la Nación con valentía y en defensa de la patria haciendo frente a la violencia genocida de la subversión.

En medio de esta guerra, el Perú tuvo que afrontar en condiciones desventajosas una guerra con el Ecuador en el frente del Cenepa (1995). La doctrina y estructura militar se había tenido que adecuar a la guerra antisubversiva por lo que rápidamente se tuvo que readecuar para afrontar este conflicto externo.

Williams estuvo en el frente de combate desde fines de febrero hasta concluir las hostilidades y la separación de fuerzas y establecimiento de una zona desmilitarizada. Recuerda lo duro que fueron aquellos días. Por acción distinguida en combate, recibió la Condecoración Mariscal Cáceres.

Ya como Coronel y siendo Jefe de Estado Mayor de Operaciones de la 1º Brigada de Fuerzas Especiales (BRIFE) en 1996 recibió el encargo de comandar la Operación Militar de rescate de Rehenes Chavín de Huántar luego que un comando terrorista del MRTA secuestrara cientos de rehenes en la residencia del embajador del Japón en Lima. Al final quedaron 72 rehenes. Williams comandó la Patrulla Tenaz, la cual luego de un intenso entrenamiento y en vista de no haber una salida pacífica (debido a una serie de exigencias que no podían ser satisfechas) intervino en la residencia logrando rescatar con vida a 71 rehenes; muriendo lamentablemente un rehén, el Doctor Carlos Giusti, y los comandos Juan Valer y Raúl Jimenez; además varios comandos quedaron heridos debido a la intensidad del enfrentamiento con los terroristas, quienes fueron abatidos en la intervención y no cómo ciertos enemigos del Perú intentan sostener que 3 de ellos fueron “ejecutados extrajudicialmente”.

Williams recuerda cómo fue recibido con honores, en representación de la Patrulla, por el Alto Mando de la Fuerza Armada luego de concluido el enfrentamiento. La Patrulla Tenaz ejecutó uno de los operativos militares más admirados en el mundo militar. Williams dice que “la sensación de cumplimiento de la misión, y con ello haber contribuido a la pacificación, fue inmensa”. Cuenta que el entrenamiento previo a la intervención militar no dejó nada al azar y que todos los que participaron estuvieron imbuídos en la idea que no debían fallar. Si ellos fallaban, dice Williams, los costos en los ámbitos político, económico y militar hubieran sido altísimos y ello hubiera originado que el terrorismo hubiera resurgido con lo que ello significaba para la seguridad y paz en el Perú. Con motivo de su brillante intervención en ese operativo, todos los integrantes de la Patrulla Tenaz fueron ascendidos al grado inmediato superior. Williams ascendió al grado de General de Brigada y volvió a ser condecorado –por segunda vez- con la Condecoración Mariscal Cáceres.

En el año 2004, Williams ascendió al máximo grado, General de División, y con ello recibió el destaque como Comandante General de la Región Militar del Norte (1º División del Ejército). En enero del 2005 le fue encargada la tarea de debelar la asonada de Andahuaylas (conocido como “Andahuaylazo). Williams llegó con una fuerza militar luego de las dramáticas muertes de unos policías asesinados por los insurrectos. Fue una operación exitosa pues los alzados depusieron las armas y se rindieron. Ellos sabían que “la cosa iba en serio” con la llegada de Williams.

En el 2006 fue nombrado como Jefe del Comando Conjunto de la Fuerza Armada , último cargo que ejerció estando en el servicio activo.

Durante los años 2007 y 2009 fue Jefe de la Delegación del Perú ante la Junta Interamericana de Defensa. En su estadía en Estados Unidos fue expositor en la Universidad de Defensa de Estados Unidos, en el Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa y en Colegio Interamericano de Defensa. El 31 de diciembre del año 2007 pasó a situación de retiro junto con toda su promoción que hasta entonces estaban en el servicio activo.

Así mismo realizó estudios a nivel de Maestría en el Colegio Interamericano de Defensa (Master en Seguridad y Defensa Hemisférica) y en el Centro de Altos Estudios Nacionales (Maetría en Defensa y Desarrollo Nacional). También realizó un Doctorado en el Instituto de Gobernabilidad de la Universidad San Martín de Porres (Doctorado en Gobernabilidad y Políticas Públicas), estando pendiente sustentar el grado de Doctor.

Williams Zapata formó un hogar sólido basado en el amor y la fe. Conocí a su esposa Chari, una mujer hermosa llena de valores y parte de la Los Heraldos del Evangelio, así como a sus hijos Daniel (abogado), David (administrador) y Erick (quien con estudiando en la Universidad de Lima y con un futuro brillante, murió consecuencia de una negligencia médica el 11 de octubre del 2012). Ocho meses antes la familia había sufrido un duro golpe con la muerte de Chari (6 de febrero del 2011). Chari fue en vida psicóloga de profesión y muy querida por la familia militar, aprecio que se extiende más allá de su vida terrenal.

Fueron duras pruebas que afrontó Williams las que logró superar gracias a su familia y amigos cercanos, su fe y su sólida formación familiar. En esta parte de la conversación, Williams recuerda a su padre, quien fue si referente no solo como hombre de bien sino como un brillante profesional (disciplinado y ganador).

Como cientos de militares que lucharon por el Perú, Williams ha sufrido la persecución de los enemigos de la Patria. Tanto por su participación en la lucha antisubversiva como en particular por su intervención como integrante del Comando Chavín de Huántar. A pesar de haber sido absuelto en los fueron Militar y Civil, tanto él como todos los comandos fueron acusados de “presuntas ejecuciones extrajudiciales de tres delincuentes terroristas”, a pesar de haberse probado que la operación cumplió con todos los estándares del Derecho Humanitario en casos de conflictos armados. Más pesó la versión de algunos quienes intentaron prevalecer falsas y dudosas pruebas con el fin de acusar a los militares que intervinieron en esta exitosísima operación militar. Lamentable intento fallido de un exiguo pero mediático sector de la opinión pública que no se resignó haber visto la derrota de los terroristas y que el Perú haya podido salir del dramático momento que se vivió en los aciagos años del terrorismo del SL y el MRTA.

El General de División EP (r) José Williams Zapata es un referente muy respetado no solo en su Instituto sino en las Fuerzas Armadas por lo que representó a lo largo de su vida profesional, la misma que hoy se prolonga en la academia. Williams Zapata fue Vicepresidente Académico de la Comisión Reorganizadora del CAEN (Centro de Altos Estudios Nacionales) y hoy enseña en la Escuela Superior de Guerra (Programa de Alto Mando, en la Maestría de Ciencias Militares y el Programa de Estado Mayor) así como como en la Escuela Conjunta de las Fuerzas Armadas y en la Escuela de Comandos.

José Williams concluye la conversación con las siguiente reflexión..” quisiera que el Perú sea una Nación que siga creciendo de manera sostenible y ello se convierta en desarrollo. Que vivamos en un ambiente de seguridad y paz y que las relaciones entre los civiles y militares sean óptimas y que las Fuerzas Armadas estén en el corazón del pueblo con un alto concepto”.

El lema de un comando es “SER, NO PARECER” y Williams hace honor a ese lema. Un caballero a carta cabal.

Finalmente, lo recuerdo en varias fases de su vida: cuando salía de descanso luego de una intensa semana en la EMCH, caminando por la cuadra donde vivía con su maletín; luego cuando encabezó la Patrulla Tenaz; después en la Comandancia General del Frente Huallaga (cuando fue Comandante General de la Tercera Brigada de Fuerzas Especiales) y en los merecidos homenajes que el Perú agradecido le ha brindado (con su “boina negra con un círculo color amarillo oro con el Escudo Nacional dentro del círculo) que lo distingue como comando.

Gloria a los soldados peruanos y en especial a nuestro héroe nacional, GENERAL DE DIVISION EP (r) JOSE WILLIAMS ZAPATA.

Reseña publicada originalmente en el Portal LaAbeja.pe

Nota del estribo: foto premonitoria que esperemos que se repita pero dentro ya del Congreso, en un escaño como fue en el caso del Gran Almirante Miguel Grau Seminario.

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