viernes, 10 de enero de 2025

AEROPUERTO

 


Pocos son los lugares donde se puede llorar de alegría o tristeza debido a encuentros, reencuentros o despedidas.

Los hay de todo tipo y en alguna de sus oficinas cada año se acumulan diversos objetos perdidos o dejados por sus propietarios.

Los hay inmensos como el de Frankfurt o pequeños y básicos. En ellos trabajan cientos de personas, desde los encargados del tráfico aéreo o de su mantenimiento simple.

Hoy el principal de nuestro país, el Jorge Chávez se apresta a iniciar las actividades de sus modernas instalaciones remodeladas y ampliadas, después de sus primeros grandes cambios de los años 90's tras su inauguración de hace casi 57 años.

Los usuales de este terminal aéreo ya no lo reconocerán en poco tiempo cuando se ponga en marcha las operaciones en sus nuevas instalaciones.

El nuevo Jorge Chávez será uno de los más modernos de la región y competirá con otros para ser el principal hub de Latinoamérica que servirá de puente con el Asia, complementando la conexión portuaria del nuevo centro logístico de Chancay.

Como dijimos, los aeropuertos se convierten en lugares no solo de tránsito sino donde ocurren hechos que forman parte de nuestros clientes vidas, los recuerdos. Por ejemplo hace 35 años hice mi primer viaje transcontinental con la aerolínea Aeroflot, un auténtico viaje de aventura que unió Lima con Luxemburgo, mi primer destino europeo, con 3 paradas (La Habana, Gardner y Shannon) en un viaje que pareció interminable.

Mi destino final era Frankfurt, pero antes debía ir a Moscú, tramo que ya no hice, uniendo el último tramo con un puntual tren que recorrió la ruta Luxemburgo-Frankfurt en 3 horas.

En aquellos años llevar incluso sobrepeso no era problema y la alimentación estaba incluída en el precio del ticket aéreo, algo que ya no existe en los viajes cortos y también en los servicios de líneas aéreas low cost.

Aquel viaje empezó con retraso debido a la captura de un supuesto pasajero que no era sino un traficante de drogas (burrier). La primera anécdota fue la de una jóvenes estudiantes que iban a Moscú llevando "lonchera", que cuando se enteraron que recibirían almuerzos, cena y desayuno comenzaron a repartir sus frutas, chocolates y panes entre sus vecinos de asientos, donde incluso yo estaba.

Cada viaje y cada aeropuerto tiene sus características y recuerdos. El viajero más frecuente siempre tiene alguna nueva expectativa y hoy con el uso de las redes sociales y modernos celulares con cámaras que toman fotos y filman inmortalizan sus partidas y llegadas compartiéndolas con sus contactos y amigos.

Hoy recibo a una amistad y terminando el año pasado recibí a mi gran amigo Máximo Carlos, su hija Carla y su joven novio Jonnhy. Siempre hay expectativas y alegrías por esas llegadas, las que incrementarán el baúl de nuestros recuerdos.

Bienvenidos!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario