Lo declarado por la Presidente Boluarte en Davos es una constatación peligrosa de la enajenación en la que vive o en un estado de mentira permanente en el que junto a un gabinete de irresponsables intenta crear una realidad inexistente.
El diario Expreso tituló su edición de ayer tildándole como una versión moderna de "Alicia" que vivía en un inexistente "país de las maravillas".
Decir que en el Perú no hay corrupción y que se vive en un país seguro y opulento es o una broma de mal gusto, una mentira dicha sin vergüenza alguna o peor aún sueños de alguien que vive en la irrealidad
Sea como sea el asunto, esto no puede continuar así. Es cierto que sería un salto al vacío que sea reemplazada por el congresista Salhuana, Presidente de un Congreso que no debe envidiar para nada la desaprobación de Boluarte pues la suya es tan igual o peor.
Entonces, ¿qué hacer". La propia sociedad representada en sus instituciones debería exigir a la Presidente que actúe. Lo acaecido en Trujillo hará unos días no puede lograr una impunidad como la que siguen teniendo los corruptos involucrados en Lava Jato.
La cobarde inacción o la complicidad embozada de quienes siguen lucrando del Estado debe acabar o acaso los involucrados en el escándalo de los desayunos escolares seguirán actuando en la sombra llenándose los bolsillos a costa del hambre de millones de escolares.
Desgraciadamente para el Perú existe un pacto evidente que mantiene en el Sillón de Pizarro a la Presidente Boluarte, no para que mejore las cosas y haga obra sino por un cálculo político y una repartija del poder. No es un pacto político sino un toma y daca, del cual los peruanos no sacamos nada positivo.
Ese pacto infame les pasará factura a sus actores y por supuesto el Perú ya está pagando la factura.
Vuelvo a preguntarme sobre qué hacer y surge una posibilidad como "una salida atípica" extraconstitucional. Habrá algunos quienes que se rasguen las vestiduras pero ¿acaso no vivimos hace mucho tiempo "al margen de la ley" en un Perú Informal donde cualquier cosa puede pasar? Vaya usted a la avenida Javier Prado y constate como se movilizan los colectivos informales ante la vista y paciencia de las autoridades o cómo un municipio de la Lima Moderna permite en plena avenida principal una construcción sin ninguna autorización. Ya ni qué decir cómo la corrupta Villarán se pasea libremente y a diario nos enteramos de las raterías en la Administración Pública.
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