Vivimos un mundo al revés, en el cual nuevas generaciones creen que la historia comienza en el nuevo milenio y cualquiera es ídolo, cualquiera es héroe.
Es muy cierto que hoy en día y desde hace buen tiempo la lealtad y "el cambio de camiseta" en el deporte profesional es moneda común. Son muy pocos que escapan de ello y por ello son leyendas como El Puma Carranza en Universitario y Alfredo Quezada en Sporting Cristal que jugaron todo su vida profesional defendiendo esas únicas camisetas.
No podemos negar que hoy los jóvenes anteponen el pago a todo. Son profesionales.
Sin embargo no tienen miramiento alguno para decir que son "hinchas" y besan el escudo de la camiseta para ganarse a la hinchada, aunque luego al estilo del tango que dice "hoy una promesa, mañana una traición", se vayan al rival eterno. Algunos dirán que "así es el fútbol", pero la vida tiene códigos que nos exigen un mínimo de valores.
Ayer el chileno Ureña se fue al fútbol argentino, a un equipo de media tabla para abajo. Dicen que se va amparado en el dicho "por mi mejoría, mi casa dejaría". Pero hay formas y maneras. Es una traición irse de un día para otro, luego de ser presentado en La Noche Crema y vistiendo la crema jugando con el Inter de Miami. ¿Cuando fue esto de conocimiento de la dirigencia? Algo no están haciendo bien. Las cláusulas de rescisión no son para favorecer la ida de jugadores importantes para un club, sino para desalentar las y compensar el daño que supone sus partidas. Pareciera que esto no lo saben.
Pero pese a todo, hasta para irse hay que ser gente. ¿Que le habrán enseñado a Ureña en Conchalí? Al parecer muy poco sobre valores.
A la U ya le pasó a fines del 2023 con el entrenador Fossati, quién tras dar su palabra se fue al la Federación Peruana de Futbol tirando un portazo. Ya sabemos cómo "paga el diablo a quien bien le sirve. No hace mucho fue despedido con la desaprobación de la afición entera.
Los jóvenes tienen que entender que para vivir en un mundo mejor hay momentos en los que hay que poner por delante Valores y que no siempre el dinero debe ser el factor decisorio cuando haya que tomar decisiones. No siempre las razones de corto plazo rinden fruto en el largo plazo.
Si se entiende esto, tendremos la oportunidad de ser mejores personas y no necesariamente personas que tienen "más".
Velas y bien viento, Ureña. Los hinchas con principios ya cerramos la puerta. Devuélvenos nuestros aplausos que tus buenas actuaciones ya las pagamos con los sueldos que recibiste de la U. En el 2024 te pagamos más de lo que jugaste (21 de 34 partidos por la Liga1).
Vamos a ver si Belgrano hace honor a su palabra y no termina justificando como los llaman ("piratas").
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