En los inicios del primer gobierno del Presidente García,
un oscuro diputado por el Callao lanzó, al poco tiempo de haber empezado el
mandato, la idea de reelegir a García. Por ese tiempo un ministro apellidado Huayta habló también de la necesidad de
“un gobierno que durara 50 años para hacer los cambios que el Perú necesitaba”.
García no necesitó 50 años para hacer
“grandes cambios”; en solo 5 años puso al borde de la bancarrota al Perú (años
más tarde se reivindicaría en su segundo gobierno). Pero no fue la crisis,
que se incubara en el segundo gobierno del Presidente Belaúnde, la que inició
la derrota del intento reeleccionista. El detonante fue el propio García quien en
julio de 1987 propuso estatizar la Banca, surgiendo una oposición encabezada
por el novelista Mario Vargas quien a la larga perdería el balotaje frente a un desconocido profesor universitario quien
salvaría al Perú del descalabro.
Otro intento de reelección surge
cuando el Presidente Fujimori fue propuesto para un tercer periodo de gobierno (segundo bajo el imperio de la
Constitución de 1993). El Tribunal Constitucional observaría este intento siendo
posteriormente el Congreso el que haría una interpretación constitucional y
daría el pase a esta candidatura. La oposición aprovechando problemas económicos
se reagrupó y lanzó a un “profesor universitario” como alternativa. El entonces
candidato Alejandro Toledo perdería
las elecciones del 2000 pero los hechos que sucedieron luego hicieron
implosionar al aún naciente tercer periodo de gobierno, crisis que concluyó con
el fin de mandato constitucional a cuatro meses de iniciado. El entonces
congresista Paniagua asumiría la Presidencia Provisional y en las elecciones
del 2001 ganó quien había quedado en segundo lugar en el 2000. Así sucedería
posteriormente hasta el 2016. Quien quedaba segundo en el balotaje era el
Presidente del siguiente periodo (Alan García segundo en el 2001, Presidente en
el 2006; Ollanta Humala segundo en el 2006, Presidente en el 2011): En el 2011
la candidata Keiko Fujimori fue segunda pero en el 2016 pierde la presidencia a
manos del candidato PPK. Keiko no llegó
a ser presidenta pero se encuentra en prisión preventiva acusada de “por la
corrupción de Odebrecht” por lo que ningún otro candidato GANADOR (y habiendo
sido presidente) ha sido encarcelado (¿?)
Volviendo a los intentos de
reelegirse; en el gobierno del Presidente Humala, su esposa que tuvo gran
injerencia empezó a ser voceada para ser la candidata heredera (lo que el
Presidente García llamaría “reelección
conyugal”). Pese a manejar el poder en la sombra, la candidatura de Nadine Heredia se fue al agua en medio de la
incapacidad y graves visos de corrupción (salvo honrosas excepciones).
Una vez más los “deseos” de unos cuantos sobones y oscuros personajes
murieron antes de nacer. La realidad se impuso a una prensa amaestrada y a
otros aliados entre ellas las ongs caviares.
Hoy en día, ya alguien ha empezado a hablar de la posibilidad de
“reelegir al nuevo mesías de la política peruana”. Prensa monocorde que
lanza intensas campañas que buscan destruir a los opositores y “levantar”
mediante periodicazos y titulares “éxitos de gobierno” que no se producen. Ojalá que el Presidente Vizcarra entienda
que los enemigos a los que tiene que derrotar son la miseria, la exclusión
social, la anemia y tantos males que afectan a millones de peruanos.
El domingo pasado, miles de
limeños despertaron con agua pestilente hasta el cuello producto de la rotura
de una gran tubería de desague. Hasta hoy sufren las consecuencias de ello
(pérdida de bienes, carencia de luz, agua potable y servicios de saneamiento).
La incapacidad de funcionarios públicos para responder prontamente pasará
factura. Incluso el titular del Ministro de Vivienda, Construcción y
Saneamiento (de quien depende SEDAPAL) cometió la estupidez de decir que “los
damnificados no podían pedir que el seguro les devuelva un televisor de 52 pulgadas pues ni
de 40 pulgadas tenían porque era pobres”. En el acto el Presidente Vizcarra
debería destituirlo no solo por su insensibilidad sino por su comprobada
incapacidad (cero obras en más de 9 meses).
El Presidente Vizcarra ya debe poner las barbas en remojo. Debe esclarecer su real participación como socio (o similar)
de Odebrecht o de una consorciada y dejar de “apretar” a otros poderes del
Estado. Eso se llama INTERFERIR EN LA INDEPENDENCIA DE PODERES y es
ANTICONSTITUCIONAL o lo que algunos ya llaman “intento de golpe blanco”. Ya su
intento anticonstitucional por “reorganizar” el Ministerio Público se cayó; es
hora de empezar a gobernar y olvidar
los deseos de los sobones¡
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