En el año 2000 fueron electos 52
congresistas por Peru2000, movimiento que representaba al fujimorismo a finales
del siglo pasado. Tras los sucesos que todos conocen, la representación del
fujimorismo quedó reducida a solo 3 en las elecciones del 2001 y a las tres
electas no se les reconoció el mandato siendo reemplazadas dos de ellas (Luz
Salgado y Carmen Lozada) y a Martha Chávez se le dejó en el aire aunque luego
“la justicia” le daría la razón ya cuando había concluido su mandato.
En el 2006 surge oficialmente la
figura de Keiko Fujimori gracias a una votación aluvional que la consagra como
la Congresista más votada en las elecciones del 2006 lo que la catapultó a ser
candidata presidencial en el 2011.
Sin embargo Keiko Fujimori no
logró derrotar al candidato “nacionalista” que representó un frente
“antifujimorista” con la bendición del novelista Vargas y de un grupo de
“notables” que ya sabemos qué relaciones tenían con diversos casos como el de Lava Jato.
Tras el fracaso del frente que
encabezó la presidenta usurpadora (2011-2016), Keiko Fujimori empezó su carrera
hacia el 2016. Sin embargo había un grave problema de inicio. El Estado Mayor
que había llevado a la derrota electoral en el 2011 seguía siendo quien dieseñaría
“el camino a Palacio de Gobierno”. Keikko Fujimori no alcanzó la presidencia, pero
realmente ¿Keiko Fujimori fue derrotada en las urnas? Extrañas maniobras ponen
en duda que así fuera y peor aún el gran error fue no afrontar esta situación.
Sin embargo lo atípico de la
derrota electoral fue la mayoría parlamentaria aplastante que Fuerza Popular
obtuvo en las urnas. Pero algo que pudo ser parte del cambio que requería el
Perú terminó licuándose entre sus propias debilidades y limitaciones. No hubo
liderazgo ni menos objetivos claros. Nunca un partido político había obtenido
tal resultado electoral (73 congresistas que representaban a todas las regiones
del Perú) pero todo fracasó.
Ya habíamos visto en plena
campaña cómo no se actuaba con decisión y precisión (guiños a la caviarada y
alejamiento de los líderes históricos del fujimorismo) y cómo no se llevó a
cabo lo ofrecido. Varios observaron el devenir de entonces pero no se hizo nada
para corregir el ru,bo errado. El entonces Presidente PPK junto con sus aliados
rápidamente se dieron cuenta de las debilidades del grupo parlamentario de
Fuerza Popular y comenzaron una campaña de demolición contra éste y de paso
contra el Congreso ante el temor de tener al frente a una mayoría que
fiscalizaría implacablemente y que pusiera en evidencia varias de las cosas que
fueron sabidas posteriormente.
Un gran error de la lideresa de
Fuerza Popular fue desatenderse de la situación de su padre, Alberto Fujimori,
con lo cual acentuó su alejamiento con su hermano Kenji quién a su vez cometió
el error de negociar la libertad de su padre apoyando a PPK en el primer
intento de vacancia a fines del 2017. Ello llevó a la ruptura de un grupo de
seguidores de Kenji Fujimori con Fuerza Popular. Varios de ese grupo
autodenominado “avengers” tenían serios cuestionamientos por lo que rápidamente
tuvieron que esconderse en su anonimato.
¿Quién asume la responsabilidad
de haber llevado al Congreso a esos y otros congresistas como Yesenia Ponce
quien luego sería sancionada por el Congreso al haber presentado documentos
falsos con los que pretendió acreditar estudios que no tenía? Uno de los tantos
casos que debieron ser procesados y castigados con celeridad y que no ocurrió
finalmente.
En marzo del 2018 ante un segundo
intento de vacancia y ante evidentes casos de compra de congresistas, PPK
finalmente renunció a la Presidencia y asumió el cargo en su reemplazo, el
entonces Primer Vicepresidente. A todas luces fue un acuerdo poco claro y sin compromisos
ante el Perú. Tras cuatro meses de idas
y venidas, el 28 de julio en su mensaje ante el Congreso, el presidente
Vizcarra rompe lanzas y jaquea al Congreso y a la mayoría de Fuerza Popular. Impulsa y luego impone una “reforma
judicial y política” tras una avasallante “campaña” logra imponerlas en un “referéndum”.
No hubo ni una estrategia para
enfrentar los ataques que venían de Palacio de Gobierno, secundados por una
campaña mediática que se habían iniciado desde la campaña electoral del 2016.
Pero esa campaña mediática no estaba sola. Fue apuntalada hábilmente por otra
dirigida por ONGs con presencia activa en el Sistema de Justicia quien
“levantó” un caso llamado “Cuellos Blancos” para que “de taquito” llevara la
investigación al caso de aportes de campaña de Fuerza 2011 y con ello
encarcelara a la lideresa de Fuerza Popular y gente de su entorno.
En los peores momentos que pasan
las personas e instituciones o surgen victoriosos gracias a la capacidad de
resiliencia o se van al hoyo por la cobardía, incapacidad y traiciones.
Evidentemente no ha habido un manejo inteligente de la crisis. No se ha tenido
un rumbo claro lo que ha llevado a una virtual rendición incondicional.
Lo acontecido el día de anteayer es
“cereza del pastel”. Una más de las idas y contramarchas que llevan a
declaraciones de uno de los principales congresistas de Fuerza Popular. “No ha
sido una derrota” dijo el congresista Torres ante el retiro de la moción de
censura contra el Presidente del Congreso que había renunciado horas antes a
Fuerza Popular y que desde semanas atrás había lanzado una serie de guiños a
Palacio de Gobierno.
“77% de los congresistas aún
permanecen en la bancada de Fuerza Popular” dijo anoche en un programa de
televisión la congresista Luz Salgado. Hay ya claras señales que así no siga
siendo. El transfuguismo producto de presiones y otros (“garrote y zanahoria”)
seguirá minando la bancada de Fuerza Popular atentando con vesania contra la
voluntad popular. Y así algunos aplauden
a los tránsfugas y se llenan la boca pidiendo “cambiar la política”.
¿Qué sucederá? Nadie lo sabe o
mejor dicho lo que siga nadie lo prevé¡ Esperemos las siguientes movidas. El ex
Fiscal de la Nación y aún Fiscal Supremo ha anunciado que existe una
investigación por aportes a la campaña de PPK en la que incluso, según
Chávarry, estaría incurso el actual Presidente Vizcarra.
¿“Habrá muerto el fujimorismo”?
Creemos que no. Quizás ya no sea la locomotora que arrastre el convoy del
cambio sino un vagón de los varios que formarán parte de un proyecto de derecha
popular que busque conservar Valores encabezados ¿por un Bolsonaro peruano? Aún
no están claras las cosas. Ojalá que surja un líder no solo en la derecha
peruana sino también en el fujimorismo, cuyo legado no debe ni será olvidado.
Creo que Fuerza Popular desde reorientarse hacia sus orígenes, asumir los pasivos que tuvo, pero resaltar los logros obtenidos, por otro lado, fue un error garrafal desconocer esos orígenes y colocar a personas sin arraigo a la cabeza del partido.
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