sábado, 12 de enero de 2019

¿MURIO FUERZA POPULAR?


En el año 2000 fueron electos 52 congresistas por Peru2000, movimiento que representaba al fujimorismo a finales del siglo pasado. Tras los sucesos que todos conocen, la representación del fujimorismo quedó reducida a solo 3 en las elecciones del 2001 y a las tres electas no se les reconoció el mandato siendo reemplazadas dos de ellas (Luz Salgado y Carmen Lozada) y a Martha Chávez se le dejó en el aire aunque luego “la justicia” le daría la razón ya cuando había concluido su mandato.
En el 2006 surge oficialmente la figura de Keiko Fujimori gracias a una votación aluvional que la consagra como la Congresista más votada en las elecciones del 2006 lo que la catapultó a ser candidata presidencial en el 2011.

Sin embargo Keiko Fujimori no logró derrotar al candidato “nacionalista” que representó un frente “antifujimorista” con la bendición del novelista Vargas y de un grupo de “notables” que ya sabemos qué relaciones tenían con diversos casos como el de  Lava Jato.
Tras el fracaso del frente que encabezó la presidenta usurpadora (2011-2016), Keiko Fujimori empezó su carrera hacia el 2016. Sin embargo había un grave problema de inicio. El Estado Mayor que había llevado a la derrota electoral en el 2011 seguía siendo quien dieseñaría “el camino a Palacio de Gobierno”. Keikko Fujimori no alcanzó la presidencia, pero realmente ¿Keiko Fujimori fue derrotada en las urnas? Extrañas maniobras ponen en duda que así fuera y peor aún el gran error fue no afrontar esta situación.

Sin embargo lo atípico de la derrota electoral fue la mayoría parlamentaria aplastante que Fuerza Popular obtuvo en las urnas. Pero algo que pudo ser parte del cambio que requería el Perú terminó licuándose entre sus propias debilidades y limitaciones. No hubo liderazgo ni menos objetivos claros. Nunca un partido político había obtenido tal resultado electoral (73 congresistas que representaban a todas las regiones del Perú) pero todo fracasó.
Ya habíamos visto en plena campaña cómo no se actuaba con decisión y precisión (guiños a la caviarada y alejamiento de los líderes históricos del fujimorismo) y cómo no se llevó a cabo lo ofrecido. Varios observaron el devenir de entonces pero no se hizo nada para corregir el ru,bo errado. El entonces Presidente PPK junto con sus aliados rápidamente se dieron cuenta de las debilidades del grupo parlamentario de Fuerza Popular y comenzaron una campaña de demolición contra éste y de paso contra el Congreso ante el temor de tener al frente a una mayoría que fiscalizaría implacablemente y que pusiera en evidencia varias de las cosas que fueron sabidas posteriormente.

Un gran error de la lideresa de Fuerza Popular fue desatenderse de la situación de su padre, Alberto Fujimori, con lo cual acentuó su alejamiento con su hermano Kenji quién a su vez cometió el error de negociar la libertad de su padre apoyando a PPK en el primer intento de vacancia a fines del 2017. Ello llevó a la ruptura de un grupo de seguidores de Kenji Fujimori con Fuerza Popular. Varios de ese grupo autodenominado “avengers” tenían serios cuestionamientos por lo que rápidamente tuvieron que esconderse en su anonimato.  
¿Quién asume la responsabilidad de haber llevado al Congreso a esos y otros congresistas como Yesenia Ponce quien luego sería sancionada por el Congreso al haber presentado documentos falsos con los que pretendió acreditar estudios que no tenía? Uno de los tantos casos que debieron ser procesados y castigados con celeridad y que no ocurrió finalmente.

En marzo del 2018 ante un segundo intento de vacancia y ante evidentes casos de compra de congresistas, PPK finalmente renunció a la Presidencia y asumió el cargo en su reemplazo, el entonces Primer Vicepresidente. A todas luces fue un acuerdo poco claro y sin compromisos ante el Perú. Tras cuatro meses  de idas y venidas, el 28 de julio en su mensaje ante el Congreso, el presidente Vizcarra rompe lanzas y jaquea al Congreso y a la mayoría de  Fuerza Popular. Impulsa y luego impone una “reforma judicial y política” tras una avasallante “campaña” logra imponerlas en un “referéndum”.

No hubo ni una estrategia para enfrentar los ataques que venían de Palacio de Gobierno, secundados por una campaña mediática que se habían iniciado desde la campaña electoral del 2016. Pero esa campaña mediática no estaba sola. Fue apuntalada hábilmente por otra dirigida por ONGs con presencia activa en el Sistema de Justicia quien “levantó” un caso llamado “Cuellos Blancos” para que “de taquito” llevara la investigación al caso de aportes de campaña de Fuerza 2011 y con ello encarcelara a la lideresa de Fuerza Popular y gente de su entorno.
En los peores momentos que pasan las personas e instituciones o surgen victoriosos gracias a la capacidad de resiliencia o se van al hoyo por la cobardía, incapacidad y traiciones. Evidentemente no ha habido un manejo inteligente de la crisis. No se ha tenido un rumbo claro lo que ha llevado a una virtual rendición incondicional.

Lo acontecido el día de anteayer es “cereza del pastel”. Una más de las idas y contramarchas que llevan a declaraciones de uno de los principales congresistas de Fuerza Popular. “No ha sido una derrota” dijo el congresista Torres ante el retiro de la moción de censura contra el Presidente del Congreso que había renunciado horas antes a Fuerza Popular y que desde semanas atrás había lanzado una serie de guiños a Palacio de Gobierno.
“77% de los congresistas aún permanecen en la bancada de Fuerza Popular” dijo anoche en un programa de televisión la congresista Luz Salgado. Hay ya claras señales que así no siga siendo. El transfuguismo producto de presiones y otros (“garrote y zanahoria”) seguirá minando la bancada de Fuerza Popular atentando con vesania contra la voluntad popular. Y así algunos  aplauden a los tránsfugas y se llenan la boca pidiendo “cambiar la política”.

¿Qué sucederá? Nadie lo sabe o mejor dicho lo que siga nadie lo prevé¡ Esperemos las siguientes movidas. El ex Fiscal de la Nación y aún Fiscal Supremo ha anunciado que existe una investigación por aportes a la campaña de PPK en la que incluso, según Chávarry, estaría incurso el actual Presidente Vizcarra.

¿“Habrá muerto el fujimorismo”? Creemos que no. Quizás ya no sea la locomotora que arrastre el convoy del cambio sino un vagón de los varios que formarán parte de un proyecto de derecha popular que busque conservar Valores encabezados ¿por un Bolsonaro peruano? Aún no están claras las cosas. Ojalá que surja un líder no solo en la derecha peruana sino también en el fujimorismo, cuyo legado no debe ni será olvidado.

1 comentario:

  1. Creo que Fuerza Popular desde reorientarse hacia sus orígenes, asumir los pasivos que tuvo, pero resaltar los logros obtenidos, por otro lado, fue un error garrafal desconocer esos orígenes y colocar a personas sin arraigo a la cabeza del partido.

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