Somos parte de una generación que creció en un país donde se hablaba de derechos inherentes a un estado paternalista y omnipresente, que no inculcaba el cumplimiento de deberes porque todo lo asumía "el papá gobierno".
Hoy incluso en muchos países donde reinó el comunismo por décadas hay aún personas que añoran ello; pero lo más costeante es que en un país ejemplo del capitalismo haya un movimiento que apoye la existencia de derechos para todos, incluso para quienes ilegalmente se filtran por sus fronteras y permanecen en él.
Por cierto qué tal "generosidad" alguien la asume. Como decía mi profesor Folke Kafka, "no hay lonche gratis". La cuenta es pagada por todos los que pagan impuestos pero como "la torta" no es inacabable, finalmente no alcanza para todos y muchos se quedan sin "su parte", pese a que dieron su cuota (léase, pagan sus impuestos).
De pronto a lo largo de los últimos 35 años, tras la caída del Muro de Berlín, millones han migrado en busca de un mundo mejor que el que tenían en su país. Europa, Japón, Estados Unidos e incluso nuestro país han sido desbordados por miles de migrantes que "reclaman derechos" como si fuera una obligación de estos países darles lo que sus países no les dan.
¿Pero qué hay detrás de esa migración sin límites ni fin? Algunos sostienen de la existencia de un plan para difundir ideas y modos de vida e incluso maquiavélicos planes para destruir desde dentro a otros países, "exportando" gente indeseable como parte de un flujo de gente de bien que busca sobrevivir.
Lo cierto es que hoy en día vemos un grave problema social en Estados Unidos producto del cual hay peligrosas alteraciones del orden, las que incluso son apoyadas por gente que antes pasó por la ilegalidad.
No sorprende entonces que como respuesta el gobierno de Estados Unidos comience a restringir una serie de "derechos", incluso tan sin sentido como otorgar la nacionalidad a quienes nacieron de paso por aquel país. Ello siempre me pareció una reverenda tontera propia de un país que es "demasiado generoso".
Tiene sentido que esto sea en casos de personas que emigraron cumpliendo la ley y ya asentados en Estados Unidos se casan y producto de ello tengan hijos; mas no en ilegales que reclaman el "derecho de la nacionalidad" para sus hijos e incluso la residencia como padres de estos "ciudadanos estadounidenses".
El abuso en el otorgamiento de "derechos" tarde o temprano acarrea efectos contrarios y con razón. Paremos esto antes que "justos paguen por pecadores".
Totalmente de acuerdo.
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