Nací y pasé mis primeros 21 años de vida en Pueblo Libre. Un distrito siempre acogedor y lleno de verde. Montábamos bicicleta por los parques Florida, Ruiz, Borgoño y el de la Cruz y por las entrañables avenidas Paso de los Andes, del Río, Bolívar y San Martín. Dejé de ser vecino de este distrito en 1982 y regresé el 2001 por solo 6 años pero siempre soy un “vecino de paso”.
Pueblo Libre fue creado en 1557 como Magdalena Vieja. San Martín le da el nombre de Pueblo Libre en 1821, en 1859 obtuvo el reconocimiento legal como distrito (Magdalena Vieja) y en 1881 fue sede del Gobierno provisorio de García Calderón, en 1920 Magdalena y San Miguel se independizan y en 1940 volvió a llamarse definitivamente Pueblo Libre.
Desde aquellos años, mucho ha cambiado. Hace unos pocos años atrás se ha iniciado una “recentralización” de la población y Pueblo Libre ha visto levantarse muchos edificios nuevos en antiguas casas, sin embargo sigue alojando a clubes insignia como el Círcolo Sportivo Italiano, el YMCA y el AELU. Así mismo al Seminario Santo Toribio y es contiguo a la Universidad Católica.
Pueblo Libre sigue teniendo el encanto de los distritos añejos, su calles estrechas por la zona de la Avenida Vivanco, su Palacio Municipal, sus tres iglesias principales – Santa María Magdalena, San Lucas y la de Nuestra Señora de la Encarnación, el histórico Cuartel Bolívar y su plaza, la Casa Orbea, la Plaza La Bandera y los colegios Elvira García y García, de Jesús, El Carmelo, Canonesas de la Cruz, La Unión, Jorge Polar, entre otros.
Las avenidas principales del distrito; Bolívar, Brasil, Vivanco, Sucre y La Mar están llenas de nuevos negocios y emprendimientos pero no logra consolidar aún una zona comercial importante, salvo la ubicada en la Avenida Sucre donde alrededor de un centro comercial Vea, hay una serie de negocios de todo tipo.
Clínicas como la Stella Maris o la del Peruano Japonés y el Hospital Santa Rosa brindan servicios de salud a sus habitantes y a limeños de otros distritos. El local del Británico en la Avenida Bolívar ha traído no solo movimiento en la zona sino también una oferta cultural importante pero aún insuficiente, como que Pueblo Libre no cuenta ni con un cine (antes tenía el “Idolo” y el humilde “Florida”) ni menos con una librería importante.
Casi en sus límites está el centro arqueológico “Mateo Salado” además de la huaca “Panteón Chino” y cuenta con tres importantes museos, el de Arqueología, Antropología e Historia y los privados “Julia Codesido” “Víctor Larco Herrera”. Ambos imperdibles.
Pueblo Libre también tiene una oferta gastronómica y de diversión importante que básicamente está ubicada en los alrededores de las avenidas Vivanco , Sucre y Bolívar. Ennumeraremos algunos lugares recomendables para aquellos amantes de la buena comida, diversión y sus “traguitos”. En primer lugar y no en orden de importancia mencionaremos “Detalles & Añadiduras” (Bolívar 298 E), un café delicatessen con sus exquisitas “carnes al cilindro”; luego “Los Chicharrones del Inca” (cuadra 1 de Jr. Borgoño) y “Don Lucho” (cuadra 10 de Vivanco); los restaurantes aledaños al AELU con sus sopas y exquisiteces japonesas ; los infaltable Starbucks (cuadra 2 de la Av. Sucre) y Pizza Hut - KFC (esquina de Bolívar y Sucre); la antigua Parrillada “Timbó” (cuadra 9 de la Av. Bolívar); las pollerías Norkys (Bolívar y Sucre) y “La Caravana” (10 de Sucre); el chifa “Fu Sen” ( en la 9 de Sucre) y Men Wha en la esquina de Córdova y Bolívar ; un café con un especial formato, “Pancitos en su nota” con videos de Rock (Vivanco 258); una excelente dulcería, “Todo Dulce” (Vivanco 264) y la tradicional “La Romana" (La Mar 998); una fuente de soda con rico postres y sándwiches.
Finalmente mencionaremos tres lugares de copas y piqueos que son de “lo mejorcito” en el “cluster de diversión” de la Av. Vivanco o alrededores, la antigua e imperdible Taberna Queirolo (9 de Vivianco), “El Bolivariano” (Santa Rosa 291) y un lugar que quiero destacar sobre todo por el gran acierto de tener como recepcionista a un joven atento, educado y con la respuesta siempre precisa, me refiero a la “Quinta Bolívar” (Junín 285) en la que fue la casa de Manuelita Saénz.
Todos los lugares que hemos mencionado, los hemos referido solo y exclusivamente por la calidad de lo que ofrecen. Algunos mejor que otros en calidad de servicio, muchos de ellos llenos de gente siempre y donde casi nunca es posible encontrar un asiento vacío los fines de semana como el Queirolo y el Bolivariano; algunos aún poco conocidos pero no por ello menos buenos que los conocidos. Como ven no menciono una cevichería pero si a D'Julia, una buena panadería, pues a pesar que caminamos bastante no se me viene a la mente alguna cevichería recomendable (seguro algún lector nos hará mención no solo de una).
Como ven una gran oferta en donde también hay oportunidades de negocios como algún spa o centro de belleza de calidad u hoteles dirigidos al turismo receptivo. No olvidemos que Pueblo Libre es un distrito céntrico, cercano al Centro Histórico, al Aeropuerto y a la zona moderna de Lima. Además como ya hemos dicho es poca aún la oferta cultural y la zona de las avenidas Vivanco, Sucre y Bolívar espera la llegada de restaurantes de primera calidad. Ojalá que el Municipio se “ponga las pilas” y brinde las facilidades para que llegue más inversión a la “Villa de los Libertadores” (pues aquí vivieron Bolívar, Sucre, Córdova, la Mar, entre otros) o “Magdalena Vieja” como se le conoce también a Pueblo Libre.
Tráfico medianamente ordenado, buena limpieza pero con aún un déficit en seguridad. Punto que es agenda pendiente para la actual administración municipal.
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