Hace ya varias semanas la versión digital del diario Expreso viene difundiendo unas supuestas declaraciones de un funcionario vinculado al seguimiento de los movimientos sísmicos en las que sostendría que "habrá" un gran terremoto en Lima y Costa Central. Ni siquiera dicen que "habría o podría haber". Una irresponsabilidad de este diario que difunde esas supuestas declaraciones alarmistas.
El Perú y la Costa en especial están expuestas a la posibilidad de ser epicentro de un terremoto de gran magnitud y es por ello que debemos estar preparados no solo a nivel del Instituto de Defensa Civil (INDECI) sino de los gobiernos regionales y locales así como de parte de los propios ciudadanos.
Esta preparación tiene que ver con la prevención, la preparación de equipos de rescate incluso a nivel distrital y la provisión de diversos elementos de cara a una emergencia.
El temblor de ayer (6.1) es un aviso para estar "siempre listos" (como los Boy Scouts) y no una señal de que "ya viene" una gran catástrofe. Nadie la puede predecir, entendiéndose que las alarmas tempranas no son producto de "un vidente" sino de la detección temprana de ondas sísmicas provenientes del epicentro.
Es hora de señalar a esos que se soslazan "anunciando" desgracias con sabe Dios qué intenciones. Prepararnos y estar listos es como tener un seguro, recordando esa genial eslogan, "es preferible tener un seguro y no necesitarlo que necesitarlo y no tenerlo". No seamos aquel tonto quejoso que se lamenta de tener que haber pagado un seguro oncológico y nunca haberlo necesitado.
Esperemos que la fiebre inmobiliaria tenga como correlato una constante y profesional supervisión de los gobiernos locales, cuyo trabajo parece nulo en muchos distritos. Es imperativo que las normas de construcción no se relajen y sean respetadas sin ninguna excepción a fin de evitar desgracias posteriores.
De igual manera no olvidemos que los ríos hay que descolmatarlos, que hay que reubicar a cientos de personas que viven en las quebradas de la Carretera Central, en lechos secos de ríos y en zonas prohibidas para ser habitadas como Lomo de Corvina y Ticlio Chico, por citar dos casos. Así mismo es momento de que las autoridades nos digan qué pasó en el desplome del puente en el Norte Chico, quienes han sido sancionados y qué se ha hecho para evitar otro lamentable caso como éste.
La Seguridad es tarea de todos y cada quien tiene su cuota de responsabilidad, desde el órgano rector (INDECI) hasta cada familia ("la mochila salvadora").
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