lunes, 18 de febrero de 2019

KUKIN FLORES, PRESENTE¡


Ayer nos despertamos con una ingrata noticia. Había muerto Carlos Kukín Flores Murillo a la temprana edad de 44 años.

Transito la vida con menos éxito con el que corrió en los campos de fútbol desde temprana edad defendiendo al Deportivo Cantolao. La afición lo recuerda sobre todo con la camiseta rosada de Sport Boys aunque también defendiera fugazmente las de Universitario y Alianza Lima, los dos equipos más populares del medio.

Flores empezó su carrera profesional a los 17 años destacando por sus pases largos, precisos disparos de media distancia y una picardía propia de quien le sacaba la lengua a la vida, que desde temprano le fue adversa.

Nadie sino uno es responsable de nuestros actos. Nadie puede echarle la culpa a los demás o a las circunstancias pero  hay veces que no tenemos la suficiente resiliencia para afrontar los problemas. Carlos Flores fue quizás una de las innumerables víctimas de una agenda aberrante que es cómplice del veneno social llamado “drogadicción”. Así de simple. No tuvo alguien que lo encaminara salvo quizás su eterno amigo y entrenador Chalaca González.
Por ello hoy más que nunca debemos enfrentarnos a esa problemática social a la cual muchos miran con “simpatía”, entre ellos el novelista Mario Vargas y todos aquellos que fuerzan la legalización del consumo “recreativo” de las drogas. ¿Cuántos Carlos Flores más tendremos que lamentar si así fuera?
Ayer una periodista de RPP fue a “cubrir” la noticia de la muerte de Flores. Qué lamentable que tengamos esos “periodistas” que buscan escarbar en el lodo y el morbo. ¿Por qué tanta falta de humanidad en quienes deberían velar por nuestra seguridad y en vez de ello habrían filtrado fotos del cuerpo inerte de Kukin? ¿Por qué nadie levanta la voz por esta vergüenza?

Hoy el periodista Jerónimo Pimentel en El Comercio escribe sobre la carrera deportiva de Flores que ocurrió más allá de nuestras fronteras (Grecia, Argentina y Arabia Saudita). Todas las opiniones son respetables pero a su vez discutibles. Según Pimentel, Kukin no fue el crack que muchos vimos. Para muchos ese señor está equivocado. Kukin no solo no fue trotón sino que la velocidad que le reclama ese periodista la compensó con la rapidez mental con que definía un pase o una jugada. Muchos recordamos el golazo que anotó en la valla de Higuita cuando el Boys enfrentó al Atlético Nacional en Medellín. Una pintura.

Flores no redondeó una campaña redonda pero hizo suficiente para que los aficionados del fútbol lo recordemos más allá de sus indisciplinas y expulsiones. Hoy sus compañeros del verde y de la vida lo lloran. Puchungo Yañez, el Conejo Rebosio, el Loba Lobatón, el Checho Ibarra y tantos otros. Ellos conocieron al verdadero Kukin, el que se equivocaba, el amigo de sus amigos. Los hinchas de la Misilera lo lloran aunque pudieron hacer más por un hombre que necesitó apoyó en los momentos difíciles de su vida.

Ojalá que no sigamos lamentable más muertes como las de Kukin. Que no haya más proyectos truncos. Que la prensa basura no siga hurgando en el lodo y en las desgracias.
Carlos Kukin Flores Murillo, descansa en paz. Gracias por las alegrías que nos brindaste; hoy lloramos tu temprana ida. Seguro que ya estás emprendiendo el camino final cantando el clásico“ Vamos Boys, Vamos Boys”.

Qué Dios Todopoderoso perdone tus pecados y sea misericordioso a la hora del Juicio Final.

Kukin Flores, Presente¡¡¡

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