domingo, 17 de febrero de 2019

MENTIRAS, TAN SOLO MENTIRAS


Hay un sector del país que desde hace más de veinte años viene construyendo “una verdad” a punta de repetir mentiras. Ya los conocemos. Los leemos a diario esparciendo basura. Hablan de “transparencia, ética” y se dicen “indignados”.

Son los mismos que hablaban de los “cientos de barras de oro y de los miles de millones que se habría robado el Presidente Fujimori”. Tuvieron años para demostrarlo pero nunca pudieron porque todo era mentira. Recordemos la “comisión investigadora” que presidio el comunista Diez Canseco.

Dijeron por años también que el gobierno de Fujimori combatió a “los alzados en armas” (terroristas) no respetando “los derechos humanos” en una época que ellos denominan “conflicto armado interno” (terrorismo). Cómo no pudieron probar nada contra el Presidente Fujimori se acogieron a la tesis de “la autoría mediata” para condenarlo a 25 años de prisión. Hoy que se ha anulado el indulto de crímenes que no se cometieron; apelan contra él diciendo que Fujimori no puede ser indultado porque “fue condenado por crímenes de lesa humanidad” (falso).

También no han dejado de perseguir a militares y a policías en base a supuestos delitos que emergieron de un informe de una comisión autotitulada de “verdad y reconciliación (nada de eso se produjo ni se supo). Hoy todo ello ha dado pie a un museo que dice preservar “la memoría” (¿cuál?).

Años después se siguen persiguiendo a exministros y funcionarios acusados de haber “esterilizado a miles sin su consentimiento”. Nada de ello se probó pero cada cierto tiempo vuelven a las andadas con sus acusaciones.

¿Qué pretenden con tanta mentira y odio? Simplemente destruir la Nación. Construir una “memoria” para volver a las andadas tal cómo hicieron sendero y el mrta en los 80s. Para ello son buenas las oeneges derechohumanoides creadas exprofesamente para encarcelar a todos los que se “atrevieron” a combatir a la subversión terrorista y poner “en claro” qué pasará con todos aquellos que se pongan en su contra.
Hoy vemos que el odio se traslada de “padre a los hijos”. Keiko Fujimori está encarcelada más de cien días por “haber lavado activos”. ¿En qué se basan? En acusaciones sin sustento de supuestos “colaboradores eficaces”. Hoy hay casos similares (supuestas receptaciones de recursos de Odebrecht pero nadie está siquiera investigado). 6 millones de aportes “fantasmas” y nadie dice nada. Acusaciones de “colabores eficaces” que dicen ser testigos de entregas de aportes en presencia del hoy Presidente de la República pero la sola palabra de éste es suficiente para desvirtuar todo. Cero investigaciones.
¿Hasta cuándo seguiremos con tanta mentira? Nadie alza la voz y cuando se pudo investigar y difundir la verdad, la incapacidad de muchos no lo permitió. ¿Para qué han servido oficinas del Congreso de la República como el Fondo Editorial, la Comisión del Bicentenario, la Oficina de Participación Ciudadana y el Canal del Congreso? Para nada. Lo poco que se ha hecho ha servido para levantar egos o ¿acaso la lucha contra el terrorismo la hizo solo un grupo especial?  ¿Dónde está la memoria para contar los actos heroicos de cientos miembros de las Fuerzas Armadas, anónimos policías y miles de miembros de las Rondas Campesinas, Comités de Autodefensa y Rondas Urbanas? 

¿Oportunidad perdida que volverá a tenerse para combatir el odio y la mentira?



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