RENOVEMOS LA FE

 

Hace un poco de más de diez años dos jóvenes empresarios tuvieron la feliz idea de abrir un café-restaurante, que con el tiempo se convertiría en lo que llamamos restobar.

Magdalena no tenía un lugar de ese perfil ni con ese espíritu; así que era el momento propicio para que lo tuviera, como los había en otros distritos de la capital.

Apostar por un modelo de negocio similar tenía sus riesgos y sus dudas en el sentido que si el consumidor pagaría un ticket promedio mayor al que se pagaba entonces en Magdalena.

Con dedicación y fe, José y Néstor finalmente abrieron las puertas de Mezzanine un 12 de marzo del 2015 en un vistoso y acogedor local ubicado en jirón San Martín 484.

Fui uno de sus primeros asiduos clientes y de esa relación comercial nació una amistad, con respeto y admiración, pues fui testigo lo que les costó hacerse de una clientela frecuente.

Así como hubo clientes qué apostamos por un local que ofrecía calidad, muy buena atención   y buena infraestructura, todo a una relación precio-satisfacción óptima; hubo gente que desde la atención (Luchito) y la cocina (Francisco) vienen acompañando a Mezzanine, constituyéndose en pilares de lo que ofrece.

No todo fue color de rosa. Una prueba de fuego fue la pandemia y el tener que reinventarse al pasar de atender en el local a hacer delivery. Muchos fracasaron en ese intento, Mezzanine pasó esa prueba de fuego.

Me preguntaban por qué era cliente asiduo de Mezzanine y hay varias respuestas. La primera es porque voy a un sitio que es parte de mi vida (como si almorzara o tomara café en mi casa). Otro factor es la atención de recibo desde que entró al local hasta que pago, pasando por la atención en mesa. Como tercera consideración es el sabor de sus platos y la calidad de sus ingredientes. Debo decir que entre mis preferidos están su Frejol con Seco, el Saltado de Pollo Oriental, el Lomo Saltado, su Sopa Andina, su Carne guisada con Arroz con Verduras, su Ensalada con Atún y no podía dejar de citar sus Refrescos con diversos ingredientes, su Salchipapas,  su gran Café y su Queque de Frutos Rojos.

Pese a lo dicho, no puedo dejar de reconocer que siempre lo que me han servido en la mesa ha sido de mi agrado y completa satisfacción.

Felicito muy de veras a José y Néstor así como a su equipo por el esfuerzo de llegar al décimo aniversario. Cada día es un nuevo reto y la valla autoimpuesta es alta y estoy seguro que con trabajo la superarán. Vienen novedades, nuevas incorporaciones a la carta de comidas y bebidas (esperamos que vuelva el Sancochado).

Brindemos por más años de logros de Mezzanine!