En los años 60s surgen diversos partidos comunistas que tomaron distancia de la órbita soviética (moscos) y de la china (pekineses) guiándose por el espejo de la "revolución" cubana y tomando parte de su ideología aspectos de diversos teóricos del marxismo, leninismo y también del maoísmo. Se llamaron "la nueva izquierda" y luego se autodenominarían "mariateguistas". Uno de ellos fue Vanguardia Revolucionaria (VR), conocidos como "los verracos" cuyos lideres fueron Javier Diez Canseco y Ricardo Letts, procedente de las filas de Acción Popular (en el cual siempre ha habido gente con devaneos comunistas). Con el tiempo el VR "original" se partió en varios como la facción llamada "Proletaria Comunista", por citar una.
En VR nunca se dejó de promover la salida armada para "transformar" el Perú. Es más muchas de sus bases, años más tarde, se plegarían al accionar terrorista de sendero luminoso. En aquellos años ser "revolucionario" era alzarse en armas para tomar el poder, siendo ellos ("el partido") una vanguardia.
Viene al caso recordar esta parte de nuestra historia para explicar lo que pasamos hoy en día.
En la actualidad el Perú democrático requiere una vanguardia que enfrente la ofensiva castrochavista (Grupo de Puebla) y la progresía gramsciana y su "Agenda 2030".
Desgraciádamente los partidos democráticos (desde la socialdemocracia hasta la derecha) han caído en un total desprestigio, por errores imputables a ellos mismos como a una coyuntura que ha devenido en una implosión del sistema. No es gratuito que desde el 2011 el Perú esté cayendo día a día.
Es por ello que es necesaria una "vanguardia democrática" con figuras limpias y de probada capacidad. Cito a Fernán Altuve, Hugo Guerra, José Cevasco, Javier Villa Stein, Sergio Tapia, Luciano Revoredo, César Combina y comunicadores como Martha Meier, Alfondo Baella, Beto Ortiz, César Rojas, Plinio Esquinarila, Phillip Butters y otros más quienes deberán encabezar una ciudadanía que actúe políticamente en defensa del Perú y su posibilidad como Nación. No excluyo de esta propuesta a politivos vigentes.
¿Y por qué "revolucionaria"? Simplemente porque hoy ser revolucionario es luchar contra la corrupción (por ejemplo Odebrecht) o la enquistada en el Estado, no solo en sus instancias ejecutivas sino en el Sistema Judicial, Electoral y en un Poder Legislativo, que urgen ser reinventados. Y no solo ello , sino reconstruir las bases de una República en todos los campos, desde el social, económico, educativo, etc y por cierto también sus Instituciones
La República debe ser refundada pero con nuevos hombres que,como hemos planteado, constituyan una auténtica Vanguardia Democrática y Revolucionaria.
Lo que se debe fomentar es la creación de nuevos partidos políticos con una filosofía que rija el accionar de sus integrantes, apostar por personajes aislados es apostar por el oportunismo. Allí está el caso de César Combina que empezó llamando a los colectivos para después unirse a Keiko para tentar un puesto político, eso tiene un nombre y se llama mercantilismo.
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