5 MESES

Han transcurrido cinco meses de un mandato nacido con serias dudas de legitimidad y legalidad. El designado presidente, el comunista Castillo, juró por una "constitución inexistente" prometiendo un "país sin pobres".

Lo cierto que los resultados son nulos; propios del desgobierno existente, de la incapacidad manifiesta y corrupción cada día más visible.

Quién asumiera el mando de la República tenía la impronta histórica de hacerlo en una fecha significativa. El 28 de julio se cumplía el Bicentenario de la Independencia. Sin embargo no hubo ninguna obra importante que inaugurar y solo había una comisión pompósamente constituída que ha gastado millones sin fruto alguno. Todo ello fue producto de 5 años perdidos (2016-2021) y 5 más de un gobierno mediocre como el ollantanadinismo.

A 3 días de finalizar el 2021, una muestra más de la incapacidad de Castillo es la ausencia del nuevo ministro de Educación  que reemplace al censurado prosenderista Gallardo. 

A la fecha no hay rumbo alguno ni planes serios. Leyes sin sentido, regalo de dinero a violentistas heridos y a los deudos de fallecidos como consecuencia de algaradas. Nada que destacar.

Instituciones que no accionan ante la corrupción que explota en la cara de todos; funcionarios que continúan atornillados en sus cargos pese a serios cuestionamientos y un Presidente que no da la talla. Esa es la realidad de un Estado que  asegura un futuro nada prometedor.

Entre tanto, el Congreso -quien tiene la responsabilidad de poner las cosas en su sitio- camina a paso de tortuga; lleno de temor complaciente; como "un pollo sin cabeza", tal como señalara ayer en Expreso el analista José Cevasco.

Este año se presenta difícil, incierto y con la pésima noticia que la principal explotación  minera Las Bambas tiene su operación  suspendida hace ya 2 semanas. Esta podría ser la "principal obra" de una Primera Ministra antiminera, cuyo mandato está a punto de fenecer aunque ello no representa nada halagüeño, pues su reemplazo podría ser peor.

Así estamos a 5 meses del "mandato" de alguien que nunca debió asumir el cargo de Presidente de la República.