Cuando hará un par de semanas el Tribunal Constiticional dio a conocer su fallo que anulaba lo decidido por un juez respecto a la procedencia del indulto dado por el PPK a favor del Presidente Alberto Fujimori, muchos pensamos que por fin habría justicia para el Presidente que salvó al Perú y que el Estado procedería a cumplir con la sentencia que fue aprobada con el voto dirimente del Presidente del Tribunal Constitucional.
Tal como sucedió en la farsa de lo que llaman "juicio" y posterior "sentencia" al Presidente Fujimori por los llamados casos "Cantuta Barrios Altos", tres tribunos constitucionales votaron en contra de la mayoría no basados en la Justicia sino en su sesgo ideológico
Lo que sucedió al anuncio del TC fue una farsa tendiente a alargar la aplicación de la sentencia con la consiguiente liberación de Alberto Fujimori. Ello lo avisoró meridianamente el siempre acertado Manuel Ruiz Huidobro. "No van a liberar a Fujimori", me refirió.
Y así fue. El retraso del accionar para liberar a Fujimori le dio tiempo a la caviarada local para que jugara en pared con la internacional y su "corte interamericana de derechos humanos" a fin de que ésta emitiera un pronunciamiento y con ello paralizara cualquier procedimiento burocrático y congelará lo que ha decidido el máximo intérprete de la Constitución y los Derechos en el Perú, vale decir el Tribunal Constitucional.
El Perú ha dejado de ser un Estado Soberano y se ha subyugado a "la justicia caviar supranacional", la misma que nunca ha dicho nada contra las reducciones de sentencias, indultos, indemnizaciones y otros a feroces terroristas y a todo aquel que basara su pedido en la "historia" escrita por la "comisión de la verdad y reconciliación".
Lo que ha sucedido en estos últimos 22 años tras la derrota militar (más no política e idelógica) de los grupos terroristas ha sido un proceso que ha buscado el olvido y paralelamente todos los que combatieron a esos asesinos han sido perseguidos entre ellos el Presidente Fujimori.
A la tremenda corte no le horrorizó nada que no fuera "los derechos humanos" de los terroristas y sus cómplices y tontos útiles cuyo accionar es llamado "conflicto armado interno".
La Justicia en el Perú ha muerto. El sinsentido ha primado en sus decisiones y en el sustento de ellas. La llamada "autoría mediata" es el "cajón de sastre" que hace de paraguas a cualquier sentencia cuando no hay pruebas para condenar a alguien y las sentencias llevan en su entraña el contrabando ideológico que "adjetiviza" cuando no puede incluirse algo en ella o cuando condena a quien quieren condenar y exculpa a algunos sin siquiera tomar en cuenta su accionario y militancia.
El Presidente Fujimori fue indultado por su - probado- grave estado de salud pero éste es tomado en cuenta para un par de casos pero no para otro como el llamado "caso Pativilca". La estupidez de una justicia que "no es ciega" sino parcializada.
¿Qué hará el propio Tribunal Constitucional para hacer prevalecer el Estado de Derecho? Eso lo veremos en los próximos días. El Perú entretanto y mientras no se demuestre lo contrario ha dejado de ser un Estado Soberano y ha pasado a ser una colonia de la "justicia supranacional caviar".
#FujimoriLibertad
#TerrorismoNuncaMas
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