¿30 AÑOS?

Leí al siempre lúcido Fernán Altuve quien sostiene que el Perú ha retrocedido 30 años y creo que se equivoca. Hemos retrocedido 50 años, a los días previos del velascato, los años del estatismo que algunos quieren reeditar con tan trágicas consecuencias.
Fueron los años que se sembró el odio y zizaña que dieron "sus frutos" con el terrorismo.

10 años después la izquierda proterrorista obtenía un tercio de constituyentes quienes lo único que lograron fue sembrar las calles con piedras, con ello lograron abonar el camino siniestro de sl y mrta. Entre tanto el APRA y el PPC armaron una Constitución Frankinstein, madre del desastre ochentero y que no logró acabar con "las reformas estructurales" de corte comunista del velasquismo.
La izquierda envalentonada promovió un frente electoral llamado ARI (Alianza Revolucionaria de Izquierda) que en quechua significa "sí". Sin embargo desde adentro y fieles a su estilo los troskistas encabezados por el asesino Blanco petardeó todo. Con ellos, estaba el "indignado" Nicolás Lúcar. Ello más los errores del previsible heredero de la Segunda Fase de la "revolución" dejaron el camino libre al incapaz Belaúnde para que hundiera al Perú por segunda vez.
Llegamos a 1988, 10 años más y vivíamos el desastre Alanista al que se refiere Altuve. El Perú estaba destruído y en manos de la izquierda terrorista. Afortunádamente el Presidente Fujimori torció el destino y salvó al Perú.

Sin embargo 10 años después como ave de mal agüero, la caviarada, esa peste que nunca ha ganado una elección pero está siempre  vigente viviendo como parásitos del erario nacional incendió el Perú. Desgraciádamente Fujimori le dió alas y la albergó en diferentes instancias como en el Poder Judicial el cual se encargaron de "reformar". Años más tarde se encargarían de abrir las celdas de feroces terroristas y servir al corrupto Toledo.

El 2006 el Perú se salvó de la incapaz parejita pero otra vez, 10 años después nuestro trágico sino volvería con el inicio de la carrera a Palacio, por segunda vez, de la mencionada dupla  esta vez con el aval del novelista Mario Vargas y toda su corte de rojos, caviares, socialconfusos y tontos útiles. Con el triunfo del "polo blanco" pero sucio por la corrupción el Perú inició su camino al hoyo. Lo sucedió con la complicidad de los garantes de la parejita y de ella misma, un lobbista que ofreció un "gobierno de lujo" que resultó un fiasco. Este terminó abruptamente, 10 años después de la anterior fecha fatídica. Un anodino accesitario ocupó Palacio en reemplazo de un corrupto puesto en evidencia. Esta vez gran parte de la clase política incluyendo a un fujimorismo sin dirección ni brújula.

Lo que siguió ya lo hemos dicho claramente. Hoy estamos frente a una situación terrible. Mueren miles por la pandemia y la economía cruje. Este 15 de julio el ocupante ilegal de Palacio deberá convocar a Elecciones, ¿lo hará?

Actores de mala muerte, un ex deportista incapaz de dirigir un distrito de Lima, diversas cartas oenegeras proaberrantes, los cómplices de Odebrecht, la izquierda proterrorista disfrazada de varios pelajes, los mercantilistas disfrazados de demócratas y diversas personajes llenos de apetito de poder se aprestan a tomar por asalto Palacio. Frente a ello, ¿qué hacer?

Primero anteponer cualquier apetito personal y plantear una, Agenda Mínima, con Valores irreductibles, traducidos en un Plan de Gobierno que plantee la reconstrucción del Perú  en Libertad y Democracia. Primero pongámonos las medias, luego los zapatos.
¿Quién interpreta mejor esta propuesta? Sin duda alguien preparado, que tenga experiencia y sepa entender a un pueblo que requiere formalizarse y producto de ello pueda acceder a servicios de calidad (educación, salud, seguridad y justicia) y que su enorme potencial de emprendimiento tenga las facilidades de un Estado que crea en la Libre Empresa con mirada social.

En estos momentos se me ocurren siete nombres en un orden aleatorio. Hernando de Soto, Phillip Butters, Roque Benavides, Fernán Altuve, Francisco Tudela, Martha Chávez y Rafael López Aliaga. Con ellos, deben sumar una larga lista de gente valiosa nucleada en  los llamados "republicanos" y sin descartar a nadie que comparta los mismos ideales de un Perú Libre y Próspero. Entre ellos destaco en particular a una mujer que batalló incansable contra la corrupción, me refiero a Rosa María Bartra.

A poco más del Bicentenario de la Independencia, lamento no poder celebrar esta magna fecha. Solo queda volver a la senda y con trabajo y sacrificio volver a decir que vivimos "Firmes y Felices por la Unión".