El otro día veía al periodista Jaime Bayly declarar que pasaba a la oposición del electo presidente de República Dominicana al cual había apoyado en campaña. Sus razones eran valederas. Un periodista no puede ser "amigo del poder". Tiene razón. Tiene que ser objetivo, independiente y amigo de la verdad. Sin embargo cada quién es libre de optar pero sin que ello signifique mentir o sumarse a sucias campañas.
En otras latitudes, cada medio tiene una línea periodística pero tienen el deber de dar espacio al derecho de réplica en caso que algún opositor se sienta tocado en su honor o así lo estime conveniente.
Hará un tiempo revisaba diarios de la campaña electoral de 1962. Los diarios más importantes como El Comercio, La Prensa y La Crónica apoyaron a un candidato y hasta el primero de los citados terminó aplaudiendo el golpe que impidió que Haya asumiera la Presidencia.
No olvidemos tampoco los llamados "diarios chicha" y menos la prensa filoterrorista a la cual se le permitió actuar abiertámente en los 80s. La Democracia pecó de boba.
Qué decir de esta prensa dependiente de la publicidad estatal que dinamitó a la oposición al corrupto gobierno de PPK y luego a la incapacidad comprobada del Accesitario y hoy Presidente.
Deformar a la opinión pública es condenable y más aún si luego dicen "preocuparse" por el Orden Constitucional y la Libre Empresa si apoyaron y aplaudieron el golpe del 30 de setiembre del año pasado.
Ni qué decir de la prensa cercana a la corrupción de Lava Jato algunos de cuyos columnistas aplaudían a Odebrecht y hoy dicen ser "ángeles, arcángeles y querubines" de la Democracia. Poco o nada ya se dice del Informe de la Comisión Lava Jato que presidió la valiente Rosa María Bartra en su calidad de congresista Toneladas de olvido han sepultado la evidente complicidad de muchos, entre ellos "éticos y transparentes".
El pandemia y la crisis derivada de ella ha llevado a una grave crisis a muchos diarios que hoy con las justas publican ediciones de 24 páginas cuando en el pasado reciente llegaban a casi el centenar de páginas. Hoy están en venta varios de ellos, otros han desaparecido y "los más vivos" recibieron su generoso chequecito reactivador mientras despedían a sus periodistas.
Ojalá que de las miasmas y podredumbre resurjan diarios de verdad independientes y objetivos. No es posible que, cómo dice Luis García Miró, exista un "tribunal de ética" cuando muchos titulares, caricaturas y "noticias" reflejan todo lo contrario.
Cuidado "empresarios"! Recuerden que los gobiernos autoritarios devinieron en corruptas dictaduras que terminaron expropiando las empresas como pasó con el velascato en 1974 y no hace mucho con el fantoche de Chávez y luego Maduro en Venezuela.
Finalmente muchos deberían recordar la contundente frase de Luis Miró Quesada de la Guerra. Pareciera que sus herederos se hubieran olvidado de ella.
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