El pasado sábado un grupo de ciudadanos salió a marchar dizque en "defensa de la Democracia".
No fueron muchos, diría que fue una convocatoria bastante exigua. Algunos dicen que fueron "miles" (¿cuántos miles? ¿2?)
Entre los marchantes estuvieron los que aplaudieron el ilegal cierre del Congreso del 2019; quienes promovieron la algarada lumpen-caviar del 2020 que forzó ilegalmente la renuncia del Presidente Merino de Lama y quienes sin vergūenza alguna sostuvieron al ladrón comunista Castillo. ¿Tienen un mínimo de credenciales democráticas quienes marcharon para apoyar a los miembros de la Junta Nacional de Justicia JNJ y de paso al cuestionadísimo Presidente del Jurado Nacional de Elecciones?
Sin duda alguna no. Las supuestas acusaciones de que se pretende capturar las últimas instituciones que no habrían caído en manos de "la derecha fascista" (sic) no es sino un burdo pretexto. En cualquier caso lo que está sucediendo es una profilaxis en aquellas instituciones capturadas por el caviaraje que se mantenían así con el único objetivo de seguir engordando sus billeteras ("salvo las asesorías y consultorías, todo es ilusión").
No hay que olvidar que este minúsculo grupo, sin mayor representación, se las agenciado para tener presencia en diversas instancias del Estado a través de "sus notables", de sus decenas de oeneges y sus contactos a nivel internacional. ¿O acaso a quién representaba Sagasti cuando se hizo de la Presidencia Transitoria, tras una jugarreta en el Congreso que lo convirtió primero en Presidente del Congreso y luego Transitorio?
El poder del caviaraje no nace como algunos dicen con el Transitorio Paniagua sino en la segunda mitad de los años 90's cuando un grupo de tecnócratas decían ser "fujimoristas" y se enquistaron en el Sistema de Justicia y en algunos estamentos del Estado como el Ministerio de la Mujer.
Tras la caída de Fujimori se hicieron fuertes y coparon el Estado, ya en ese entonces como "demócratas" con el apoyo de un gran sector de la prensa que cambió de manos y de patrón, por lo cual fueron bien y dulcemente "remunerados" con la generosa publicidad estatal.
El caviaraje estuvo siempre presente desde Paniagua hasta el ladrón Castillo. Sino recordemos "los alfiles y embajadores" que siempre estuvieron a la orden del "gobierno" incapaz y corrupto.
Con la asunción de Dina Boluarte el caviaraje comenzó a perder espacio. Era la hora de la retirada, "ponerse las zapatillas" y hacer "la resistencia en las trincheras oenegeras".
La marcha del sábado es parte de la estrategia para recobrar posiciones, aunque muchos de ellos siguen parasitando en el Estado. "Money is money".
Los voceros del caviaraje anuncian una protesta ciudadana masiva contra el Congreso inquisidor de la JNJ pero la realidad les dió un portazo el pasado sábado.
Un fracaso más (del caviaraje), sí importa. A llorar a la playa.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario