Seré franco y lo diré tal cual. No tenía mayor idea sobre el impacto del discurso de Charlie Kirk y su enorme y creciente influencia en una juventud bombardeada por el discurso del progresismo y que buscaba una respuesta a ello.
A eso le tenían miedo aquellos que hablan de tolerancia e inclusión. Le tenían temor a un joven de 31 años que con una atrevida pregunta invitaba al debate y les demostró en cada campus universitario invadido por el progresismo woke que estaban equivocados.
Kirk no necesitó violencia verbal para refutar mensajes de odio y de promoción de agendas aberrantes. De una gran inteligencia, vasto conocimiento y con una gran inteligencia emocional combatió a éstos.
Era "un tipo peligroso" para el stablishment, para "los políticamente correctos". Es por ello que éstos se aprovecharon de un joven de 22 años envenenado, intoxicado por el discurso woke.
Este sujeto disparó y asesino a Charlie Kirk pero detrás de él hubo otros , los responsables ideológicos de este ruin crimen. Ellos hace tiempo vienen "creando zombies" que aplauden el asesinato de seres humanos concebidos, la distorsión de lo que entendemos por Orden Natural y que siguen a aquellos que promueven el envenenamiento cultural en los lugares donde se deberían promover Valores como son las escuelas, las universidades y también infiltrando las iglesias con mensajes tolerantes con la muerte, la destrucción de la Familia y de todas las manifestaciones culturales de siempre.
Nos preguntamos mientras lamentamos la temprana partida de un joven como Kirk si Estados Unidos de Norteamérica, el gran país del Norte, aún puede derrotar al progresismo inculcado en una tierra de Libertad y Democracia. Esperemos que sí; que el Presidente Trump y el Secretario de Estado Marco Rubio hagan bien "su chamba" y como antaño dirijan su mirada al Sur del Río Grande para derrotar aquí también a estos cómplices del asesino de Charlie Kirk.
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