lunes, 30 de agosto de 2021

ENSEÑEMOS

Conversaba con mi amigo (un capo, dicho sea de paso) Manuel Ruiz Huidobro sobre una tarea que dejó inconclusa en el Banco Central de Reserva, la que buscaba difundir de manera rigurosa pero simple la Teoría Económica que combatiera el estatismo y populismo que tanto daño hizo en los 70s y siguió haciéndolo en los 80s.

El peor lastre de aquellos años fue la dependencia laboral del Estado y por cierto la demora de salir del esquema mental que fomentaba que éste sea "el gran empleador". Mucho tardamos en sacudirnos de ello.

Es así que en los 90s una gran mayoría se convirtió  en emprendedor pero el Estado en vez de promover ello puso muchas trabas. La respuesta fue la informalidad. De esta forma surgieron muchos empresarios; los más hábiles y fuertes sobresalieron y subsistieron. La ley de la selección  natural  también se reprodujo en el mundo de los negocios.

Sin embargo hemos regresado a esquemas caducos que solo trajeron pobreza y atraso, ello debido a la negligencia e incapacidad de explicar las bondades de un Sistema de Mercado Libre. Ello trajo que incluso se trata de explicar la pobreza como consecuencia del sistema y no por la ausencia de éste funcionando eficientemente o por diversas falencias de los gobiernos capturados por la caviarada parasitaria, enquistada en diversos organismos reguladores que no hicieron bien "su chamba".

La ausencia de la difusión  de los beneficios de un Mercado Libre hizo que incluso el comunista Castillo señalase como monopolios a Saga y Ripley, quienes participan en un sector altamente competitivo o que los comunistas pretendan echar "la culpa" de la subida de precios a la empresa "monopólica" (sic) Alicorp e instando a los consumidores a comprar productos de "la competencia". Total; si hay competidores, no hay monopolio. 

A ello sumemos el pretendido control de precios y tarifas, los subsidios y la participación  del Estado como empresario. Recetas que ya sabemos qué distorsiones traerán al mercado y la consecuente crisis que acarrearán.

Volviendo a lo que señalábamos al inicio, debemos reiterar lo que hemos expresado en varias oportunidades.¿Dónde estaban muchos grandes  empresarios y sus gremios que no actuaron como tales sino como mercantilistas y clubes lobbistas en vez de difundir las bondades del Libre Mercado con el ejemplo y la promoción  de la docencia al ciudadano.

El Perú necesita más libertad económica, más competencia e inversión  privada que permitan tasas de interés, comisiones, tarifas y precios fijados por un  libre mercado.

Basta de engañar al consumidor con falsas promesas que lo único que lograrán es más pobreza.


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