martes, 3 de agosto de 2021

MEMORIA

A muchos les sorprendió el nombramiento del comunista Héctor Béjar como Canciller pero esa sorpresa es producto del desconocimiento no solo de la historia lejana sino incluso de la reciente.

En 1963 se formó el llamado Ejército de Liberación  Nacional (ELN) entrenado y auspiciado por el régimen castrista. Fue un fracaso. En ese intento participó Béjar. 

En 1965 se llevó a cabo otro proceso subversivo en tres frentes, en el cual volvió a participar Béjar, tras cuyo debelamiento fue detenido y encarcelado. De esa camada comunista sobrevivieron varios más como 3 subversivos quienes luego formaron parte de la columna terrorista del MRTA que fue abatida en Molinos, Jauja en 1989. Citaré también  a quien luego fuera parlamentario comunista y cómplice asolapado de los delincuentes terroristas de los 80s; me refiero a Gonzalo Fernández Gasco.

Béjar fue indultado en el Velascato al cual sirvió en el Sistema Nacional de Apoyo a la Movilización Social (SINAMOS), junto con otros como Hugo Neyra. Cesar Delgado, Carlos Franco, José Luis Alvarado y otros. SINAMOS fue creado en 1971 y fue dirigido por el General.Rodríguez Figueroa y en la práctica fungió de "partido politico" del Velascato, movilizando y canalizando el apoyo a este proceso.

Todos los que sirvieron en este organismo, salvo Hugo Neyra, se reagruparon -tras la caída del Velascato- en oeneges izquierdistas, partidos de izquierda comunista no sin antes inocular el odio y el germen comunista. 

Lo que sucedió a fines de los 70s (protestas sociales y participación de la izquierda en la Asamblea Constituyente 1978-1979) no se explica sin lo hecho por gente como Béjar; como tampoco se explica la subversión terrorista senderista y emerretista.

Tras la derrota militar de estas dos facciones y la caída del fujimorismo, sectores influenciados por Gramsci hicieron el trabajo de envenenar  la sociedad gobernando sin haber sido elegidos. Pero como nadie sabe para quien trabaja, en estas últimas elecciones quienes cosecharon el trabajo de los caviares oenegeros fue una izquierda comunista radical, expresión  y heredera de los subversivos de los 80s. 

Bejar y otros representan ese "triunfo" (temporal) de quienes dijeron que su caída era solo "un recodo de la revolución". Las loas y defensa a la terrorista Edith Lagos, abatida en 1982; el trabajo de fachadas como conare, fudepp o movadef y los probables indultos a asesinos y subversivos no nos debe sorprender a quienes recordamos la historia y quienes no la recuerdan están obligados a leerla y no olvidarla. Urge un verdadero Museo de la Memoria. 

Aquellos que por temor, cobardía u obsecuencia no alzan la voz hoy; que luego no se quejen. La política exterior no puede estar en manos de un comunista. Tampoco deben caer en manos indebidas la Presidencia del Consejo de Ministros, los Ministerios de Defensa e Interior así como el Sistema de Inteligencia y en general el gobierno. 

PS Ayer Béjar en su discurso de asunción como Canciller no solo "recordó" al subversivo asesino Javier Heraud sino anunció que volverá a impulsar la suscripción del entreguista Acuerdo de Escazú, promoverá la participación  del Perú en el redil castrochavista, entre  otras perlas.

#NoEscazu

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