sábado, 14 de agosto de 2021

¿INGENUIDAD O COJUDEZ?

 

El día de ayer tomé conocimiento de un proyecto de ley de la bancada comunista para implantar un sistema de control de precios. Y para poner un parche se dice que esto se daría solo en un estado de excepción  o de desabastecimiento; como si esto no será "pan de cada día".  Mientras esto ocurría, el ministro de Economía se reunía con los principales gremios empresariales, a los cuales se les ofrecía respeto a la propiedad privada, entre otras "pelotudeces económicas", parafraseando al comunista Bermejo. 

¿Ignorancia o maldad? Los comunistas han destruido países y sus economías en base a planteamientos "técnicos" cuya base reposa en El Capital. Uno de ellos es el control de precios como manera de "asegurar prosperidad" al pueblo al que tanto advocan. 

Con el control de precios se pretende mantener o incrementar el consumo pero lo único que lograrán es una aparente prosperidad, la que comenzará a carcomer las finanzas de los productores de bienes y ofertantes de servicios. El control de precios no es viable ni en el corto  plazo pues los costos se comenzarán a disparar y las empresas no podrán afrontarlos con sus ingresos menguados por la inflación que empezará a producirse. La escasez de diversas materias primas hará que la producción disminuya y por ende la escasez de los productos finales.  El alza de precios será inevitable en un "floreciente" mercado negro manejado por quienes tendrán acceso a los escasos productos disponibles (por gente allegada al gobierno).

La crisis pronto estallará y las quiebras de empresas serán inminentes con las pérdidas de puestos de trabajo y el ingreso a la pobreza de miles de peruanos.

El control de precios no solo se limitará a los precios de bienes y servicios sino también a la cotización del dólar, con el consiguiente mercado negro y hasta  la incautación  de los ahorros de millones de peruanos ("corralito" a lo Argentina). Los exportadores se verán afectados y los importadores, favorecidos en el corto plazo. Esto traerá la destrucción de la industria nacional y la aparente bonanza para algunos se diluirá ante de la ausencia de consumidores.

Repetir algo que ha causado hambre y miseria podría pensarse que es producto de la ignorancia del ABC de la Economía pero también una maldad que busca destruirla y causar el caos social. 

El Perú será otra Cuba o Venezuela. Se distribuirán bonos con la "maquinita", aparecerán las cartillas de racionamiento (donde la "prioridad" será para los "amigos") y el hambre y la miseria acabarán con la Libertad.

Despierten cojudignos, cobardes y arrodillados. Si hoy no levantamos la voz, mañana no podrán decir nada. Los muertos no hablan.




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