Confianza y Expectativas son dos conceptos de los que se viene hablando muchas veces sin comprender la importancia que tienen no solo en aspectos puntuales como los económicos sino en todo aspecto y por supuesto en la posibilidad de seguir existiendo como Nación.
Hoy la población mayoritariamente no tiene confianza en los (que dicen ser) gobernantes de turno. Gente sin mayores conocimientos y sin cualidades morales no pueden ser creíbles. Sus actos y palabras así lo demuestran.
Ello origina que las expectativas, derivadas de esta situación que vivimos, generen un panorama futuro oscuro.
Las expectativas no son "fabricadas" sino son reacciones producto de raciocinios elaborados y también simples. Las expectativas producto de la desconfianza están trayendo consigo alzas en precios de bienes y servicios (la temida inflación) así como el descalabro del sol frente al dólar (devaluación).
La desconfianza trae consigo también la paralización de planes de inversión y con ello la desaceleración del crecimiento de la economía y por tanto del decrecimiento del PBI (recesión) así como por ende la pérdida o la no creación de puestos de trabajo con todo lo que ello implica.
Escucho y leo a algunos referirse a las reacciones de los empresarios como "especulativas ". Cuanta ignorancia. Esta gente desconoce lo que significa "los costos de reposición" y lo que ello implica. Mayor capital de trabajo y por consiguiente mayor necesidad de financiamiento en un entorno en el que el crédito se ha encarecido. Todo ello pasará a ser parte del costo de producción de un bien o de generar un servicio y por ello de su precio o tarifa.
Desgraciádamente el comunista Castillo en vez de generar confianza (un imposible) crea más desconfianza y pretende solucionar las consecuencias de ello con medidas destructivas de lo que hemos construido a lo largo de estos últimos 31 años (controles de precio, subsidios y estatismo).
Una última probable medida que traería un grave descalabro a nuestra economía y profundizará sin duda la desconfianza de los agentes económicos sería la no ratificación del economista Julio Velarde al frente del Banco Central de Reserva así como el probable nombramiento de una serie de Directores sin un ápice de experiencia y conocimientos. Desde este blog proponemos que tanto la Presidencia como el Directorio en pleno sea ratificado debido a su gran desempeño en su gestión. Ello constituiría una luz de esperanza en medio de esta noche que significa el intento de instaurar un régimen comunista en el Perú.
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