Ayer despertamos con una triste noticia; la partida a la Eternidad de Luis Castañeda Lossio, tras una larga y penosa enfermedad.
Murió en el Hospital Rebagliatti, símbolo de la Seguridad Social que Castañeda transformó con tenacidad, ingenio y mucho trabajo; cualidades que puso al servicio de Lima siendo primero Regidor de Lima en dos oportunidades y luego Alcalde Metropolitano tres veces tras ganar las elecciones del 2002, 2006 y 2014.
Sus adversarios políticos lo fustigaron hasta el final de sus días pero el pueblo de Lima, los más necesitados, recuerda sus obras, desde pequeñas y trascendentes como escaleras y muros en los cerros de Lima, el Hospital de la Solidaridad (rebautizado SISOL por quienes solo se arrogan obras ajenas), el Metropolitano, los Clubes del Pueblo (Parques Zonales) , pasos a desnivel, túneles y by pases, mil kilómetros de pistas y veredas , el Parque de las Aguas y muchas obras más. Todas sus obras fueron pensadas en los más necesitados, pese a quien le pese. Más de 1500 obras son el legado de Lucho Castañeda.
Muchos lo consideran el mejor alcalde que administró la ciudad con el apoyo de gente valiosa como Rafael López Aliaga. Parco y de pocas palabras, lo que le valió el sobrenombre de "Mudo" , no necesitó la grandilocuencia para hacer obras trascendentes. Sin embargo le sobraba "calle", lo que demostró al fulminar en un debate al alcalde Alberto Andrade (" quieres Manchay; Manchay te doy).
Conocí a Castañeda cuando regresó en 1987 -por poco tiempo- al Banco Industrial tras su paso como regidor. El banco perdió a un gran gerente pero ello hizo posible su paso por Paramonga, la Caja el Pescador y luego el Institutode Seguridad Social, donde no solo tuvo una brillante gestión sino que como Presidente del Directorio contribuyó con el GEIN -cuando más necesitaba- como da testimonio el General Marco Miyashiro.
Hay quienes lo condenan por supuestos delitos y presunciones que la justicia nunca aclaró. Su más encarnizada rival fue su sucesora en el 2011 quien lo acusó de todo pero la historia consigna que la propia Villaran reconocería luego ser lo que acusó a Castañeda: ser corrupta. El coro y la caja de resonancia de las acusaciones contra Castañeda fue la caviarada, que hoy calla en todos los idiomas en relación a las tropelías de Villaran y sus cómplices.
Castañeda se fue de este mundo a solo 6 días de que Lima cumpla 487 años de fundación española. Cuanta falta hace un alcalde como él que pueda transformar una ciudad cada vez más invivible, con muchos problemas sin atisbos de solución y que cada día es menos querida por sus habitantes.
Esperemos que en octubre de este año elijamos a quien siga los pasos de Lucho Castañeda y que el Quinto Centenario de la Fundación de Lima sea una verdadera fiesta y no la desgracia que fue el Bicentenario de la Independencia.
Excelente artículo.
ResponderBorrarGracias
BorrarExcelente artículo.
ResponderBorrarBuena Pepe!
ResponderBorrarGracias
BorrarGracias Manuel
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