Es increíble el grado de cinismo con el que se quiere negar la podedumbre que emana desde lo más alto del poder (de turno).
Los sobones de hoy dicen que "no hay pruebas" o en un último recurso recurren al fácil y estúpido expediente de decir que "se está investigando", ello hasta hace muy poco con la anuencia de la anterior Fiscal de la Nación; habiendo cambiado esto con la elección de la nueva Fiscal de la Nación Benavides, quien en pocos días ha abierto investigación preliminar (en tres oportunidades) contra el que ejerce "la presidencia" con nula legitimidad.
De a pocos la prensa ha cambiado su actitud respecto a lo que viene pasando en el Perú. Junto con ella han despertado los principales gremios empresariales quien ya reclaman contra la aún presencia del comunista Castillo en Palacio de Gobierno. Tanto Castillo, como sus ministros Torres y Chero no solo no gobiernan sino incluso lanzan todo tipo de insultos y amenazas contra instituciones como el Congreso, la prensa y los partidos políticos y cuando se ven descubiertos no faltan los "intérpretes" de lo dicho o incluso salen con explicaciones como decir que son "lapsus".
Frente a ello los congresistas democráticos tímidamente responden como si "aquí no pasara nada " como en las épocas en las que Humberto Martínez Morosini narraba un soso partido en el que el score estaba 0-0.
¿Hasta cuándo soportaremos los ataques del castrochavismo y quienes están obligados no responden con la firmeza que merece la situación actual?
La cobardía y complicidad son cara y sello de una misma moneda. En vez de actuar y dar por terminada esta situación vía la vacancia del incapaz Castillo, se llama a "unirnos o mantener la estabilidad y en vez de exigir respeto a los diferentes voceros del oficialismo se "pide"; faltando solo que lo hagan de rodillas.
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