Antes de continuar, solo una observación: las personas y hechos señalados pertenecen al periodo 1975-1977 en que estudié en el Colegio Salesiano de Breña
Hoy es un día especial para mí y para los que compartimos las aulas escolares, incluso desde temprana edad.
Todos hemos sido parte de diferentes promociones pero quizás la que más marque nuestras vidas sea la del fin de la Secundaria. El mundo nos esperaba y los retos nos abrumaban. De los simples que ya habíamos superado, ahora otros nos llenaban de lógica ansiedad. El futuro siempre ha sido incierto y así partimos a la vida. Cada quien avanzó con sumas y restas, con altas y bajas.
Desde niño fui cercano a la Congregación Salesiana a la que pertenecieron una tía y un tío pero fue en la Secundaria que me formé en su espíritu; los dos primeros años en el Aspirantado Pablo Albera y los tres últimos en el colegio de Breña con cuyos compañeros hoy celebraremos el haber egresado hace 45 años. Pareciera que fuera ayer. Valga recordar al señor Bazán, papá de mi hermano Pepito, a quien siempre agradeceré porque por él pude ingresar al Salesiano de Breña cuando la matrícula ya se había cerrado.
Hará dos días hice un recuento de cada uno de los 149 que concluímos los estudios formando parte de la Promoción Francisco Mazzocchio. Con alguna dificultad recordé a todos. A algunos no he vuelto a verlos, otros 10 partieron a la Vida Eterna y a muchos volví a verlos a lo largo de la vida que continuó luego de aquel 1977.
Una oración por los que partieron, nuestro Héroe de la Pacificación Jorge Julio Romero Castro, mi amigo Armando Bártoli, el Guti Héctor Gutiérrez Gamboa, el Oso Jorge Gallardo, Angel Mollo, González, Cornejo, Bodero, Renzo Rossini y Gustavo Geng así como para Pepe Carhuamaca. Descansen en Paz.
A pesar que concluímos 149, varios con quienes compartimos aulas en años anteriores, por diversos motivos, no terminaron aquel año con nosotros; sin embargo continuaron asistiendo a los reencuentros unidos por la devoción que profesamos a la Virgen María Auxiliadora en cuyo honor celebramos los 24 de mayo y es motivo para volver a reencontrarnos en la Unión de Exalumnos Salesianos (UES) y no solo recordamos lo que vivimos sino a nuestros mentores Don Bosco, Domingo Savio y todos los sacerdotes que nos formaron.
Pocas veces dejé de ir los 24 de mayo y menos aún porque faltara las ganas de ver a mis compañeros de clase. Siempre fue un día especial como lo es hoy. Cada tiempo tuvo un motivo especial y como muchos jóvenes no imaginé lo que sería llegar a estos años donde los recuerdos nos hacen derramar, incluso, algunas lágrimas de emoción.
Atrás quedarán algunas rencillas o malentendidos con algunos compañeros. Hoy veremos a algunos de los que no sabíamos de su vida. A otros los contactamos y sabemos de ellos por las redes sociales y a otros como Kike Riera y Máximo Carlos Torres los vemos con frecuencia; sin embargo todos son nuestros hermanos Salesianos a pesar del tiempo, la distancia y la ausencia.
Varios llegarán de otros países donde hicieron sus vidas, otros se volverán a juntar como siempre lo han hecho formando parte del equipo de fulbito que siempre nos representó en los campeonatos de la UES
Hoy recordaremos no solo a los compañeros de carpeta sino a quienes fueron nuestros maestros como Valenzuela, Mauchi, Palomino, Naveda, Pedro García, Vacacela, Ugarte, Florián, Núñez, Visconti, Ormeño, Valencia, Ramos, Payano, Córdova, Ravelo, Moisés, Masías, Zegarra, García Valdivia, Iturrizaga, Calderón y otros que nos formaron no solo en las letras, números y artes sino hicieron de nosotros buenas personas ; a Fernando Gárate, quien nos acompañó a lo largo de los años y a quien fue nuestro director, el Padre Mario Mosto. Por cierto no olvido al Padre Durante que cobraba con rigor las pensiones, al secretario Lévano y al encargado del ingreso, Marín, no siempre atento pero cumplía con dar la seguridad del caso.
Hoy mientras nos abracemos con cada uno -seguro con emoción- vendrán a la memoria diversos momentos. Los exámenes finales, los recreos, los refrigerios en el kiosko de Don Salas, las compras a la salida (papas rellenas, sanguito, turrones y otros), los retiros espirituales, "las chapas", los viernes deportivos, la música de nuestros años mozos, el Viaje de Promoción, los campeonatos deportivos internos y a nuestros compañeros más diestros que representaban al colegio en los Interescolares de ADECORE, las palomilladas de adolescentes como ir al cine Rivoli, algunas broncas, los preparativos (aquella fiesta en la discoteca Le Paris) para la fiesta de Promoción en el Casino de la Guardia Republicana, aquel 2 de diciembre de 1977 y tantos momentos que guardados en la memoria, seguro aflorarán en esos momentos.
Siempre escuché que las amistades formadas en el colegio son las más duraderas y así parece ser; sin desmerecer las que hicimos luego a lo largo de la vida. Hoy volveremos a reafirmar aquellas, algunos con menos cabello, con canas - algunas disimuladas con un buen "Tintán"-, con muchos más kilos y con una mochila llena de recuerdos y emociones.
Hoy a través de estas líneas ya empiezo a contar las horas para empezar a vivir los momentos que sucederán en este reencuentro gracias al esfuerzo y dedicación de cuatro compañeros (Alfredo Hurtado, Luis Tena, Jorge Delgadillo y Daniel Meza Cuadra) que han organizado este evento y a la generosidad de otros que han permitido llegar a este día y poder compartir momentos, seguro inolvidables.
PS Valga la oportunidad para decir tres últimas ideas:
1. Agradecer a quienes tuvieron la gran idea de cambiarnos de salón el último año de la Secundaria. Ello permitió terminar de conocer a todos los compañeros.
2. Lamentar no tener la oportunidad de disculparnos con algunos compañeros a quienes ofendimos sin querer y sin la maldad de hoy en día.
3. Relievar el Espíritu Salesiano de varios compañeros a quienes se les negó la oportunidad de continuar con nosotros, cuando lo oportuno era prestarles una especial atención. Muchos de ellos continúan estando cerca y por quienes guardo especial recuerdo y afecto.
Excelente semblanza Tribi! Cada nombre, cada circunstancia que has mencionado, es motivo para revivir los mejores recuerdos de aquella época, con alegría y tal vez nostalgia. Compartimos todos aquella época del inicio de la adolescencia, y en ese corto tiempo pudimos establecer las amistades con lazos más férreos que hayamos podido tener. Dar gracias también a nuestros profesores y religiosos, que nos dieron esa mística por nuestro Colegio, que lo compartimos no sólo nuestra Promoción sino también todos los Salesianos de todas las épocas. Sin desmerecer a otros colegios, la mística de los salesianos es difícil de igualar. Y lo vemos cuando vemos las lagrimas de emoción cuando cantamos nuestro Himno, articulando cada palabra no por automatismo, más bien con sentimiento. Muchas gracias Don Tribi por este homenaje a nuestro grupo de amigos, alumnos, profesores y religiosos, inolvidables en nuestras vidas
ResponderBorrarNo me identifiqué en el comentario. Soy Mario Romero
ResponderBorrarUn Abrazo querido Mario
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