jueves, 11 de noviembre de 2021

INCAPACIDAD MORAL

Los recientes hechos que ponen en evidencia tráfico de influencias, coacción, abuso de autoridad y otros probables delitos son una muestra de lo endeble que resulta nuestra Democracia.

La iresponsabilidad ciudadana a la hora de elegir a presidentes, congresistas y otras autoridades, obliga a repensar los mecanismos de elección, entre ellos fijar requisitos mínimos para acceder a cargos de elección popular y a cargos de designación en la alta burocracia. 

No es posible que tengamos como Presidente  a un ciudadano con nulos pergaminos intelectuales y cero experiencia en gestión. Menos aún que no pueda articular un discurso decente y creíble. Los resultados saltan a la vista en estos 106 días de desgobierno. Nombramientos de ministros que no pueden administrar ni una carretilla de venta de choclos, cero avances y muchos despropósitos. 

El Congreso camina a velocidad de los años en que la gente se movilizaba en un  Ford T. Frente a ellos se le escapan tortugas escleróticas. Mecanismos y procedimientos del siglo pasado no pueden servir para enfrentar los retos del siglo XXI. ¿Qué se espera para modificarlos?

¿Hasta cuándo el Ministerio Público seguirá silbando ante hechos como los que venimos siendo testigos?

¿Qué espera el Congreso para actuar? Ya no hay duda alguna sobre los objetivos de los comunistas? Lo que se está buscando es destruir las bases de la República para imponer luego el proyecto castrochavista, vía un cambio Constitucional.

Este ciudadano que calienta el Sillón de Pizarro no está en capacidad de ejercer el cargo de Presidente de la República; en otras palabras es un Incapaz.

Es hora de su vacancia. El Perú no puede irse al diablo ¡


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