Hoy tenemos la satisfacción de publicar el artículo 1500 de nuestro blog El Oráculo de Don Tribi, que tuvo sus inicios publicando en exclusividad en el portal La Abeja (laabeja.pe) desde agosto del 2015 hasta el 31 de diciembre del 2018, fecha en la que publicamos el primer artículo del blog.
Quiero recalcar la mención a mi finado amigo Víctor Robles Sosa quien fue mi referente para empezar en este camino de escribir. A la par también debo mencionar a Sergio Tapia y a Luciano Revoredo como ejemplos a los que he seguido en mi férrea defensa de valores que resumo en la trilogía (hoy usada por otros) Dios, Patria y Familia y por cierto agradecer el aporte de sus valiosos consejos y sugerencias.
Mi afición a escribir nace de mi temprana afición a la lectura. Desde niño leí con avidez las Tradiciones Peruanas de Ricardo Palma, la obra monumental de Jorge Basadre Hustoria de la República del Perú, las novelas de Julio Verne y la infaltable Selecciones Reader's Digest. Por cierto aprendí a leer con los diarios y la revista Oiga. En casa faltaron muchas cosas menos El Comercio, La Prensa, Expreso, La Tercera, Correo y La Crónica. Por ellos supe desde temprana edad todo lo que pasó en el Peru y el mundo. No olvido tampoco mis horas de lectura de los cómics de Disney, Hanna & Barbera y Marvel en los cuales no falta el inefable y gran Tribilín, que dio origen a Don Tribi.
Todo ese cúmulo de horas de lectura han hecho posible que hoy, que estamos en un momento crucial de la existencia del Perú como País Viable, pueda alzar mi pluma y persistir sin desmayo en la lucha por la Patria y como reseñamos ayer, ello implica enfrentar a la subversión comunista sin embagues, sin cobardía ni medias tintas. Solo así podremos tener futuro.
Ello lo he reafirmado leyendo a gente preclara y cuyas opiniones han servido para nutrir mis puntos de vista. Señalo entre ellos a Fernando Rospigliosi, Hugo Guerra, Luis Garcia Miró, Víctor Ponce, César Campos, Fernan Altuve, Ricardo Escudero y Ricardo Sánchez Serra. Así mismo han sido de singular importancia mis conversaciones con César Chiquito Rojas y las valiosas opiniones de Manuel Ruiz Huidobro, Rudy Rey, Luz Salgado, Coco Samanez, Mario Romero, Jaime Sobero, Beto Bedoya, Jesús Chumpitaz, Gustavo Ibarra y Eduardo Figueroa; así como lo qué ha significado no solo los minutos que muchos me brindan de su tiempo para leer mis publicaciones y dándome sus valiosas opiniones sino también la generosidad de quienes contribuyen a la vigencia de El Oráculo de Don Tribi.
También quiero referirme al nombre del blog. Lo bauticé como "Oráculo" en homenaje a las conversaciones que sostenía con el Doctor Pablo Macera, llamado El Oráculo y Don Tribi, personaje de ficción creado junto con mi Hermana Irina y la Batería Sonia, Lourdes y Chema. Pese a que está demás decirlo, el uso del seudónimo no responde a un interés de no afrontar mis opiniones; muy por el contrario, sencillamente no me interesa ser conocido por quien soy sino por lo que opino, quizás -salvando distancias- como el gran Alfonso Grados Bertorini, quien firmaba como Toribio Gol. No obstante muchos me conocen, como mis compañeros del Aspirantado, del colegio Salesiano 1977, los de la UP80, mis amigos de Nicolini y del Banco Industrial, de la IX CBDN CAEN, del Congreso de la República, los legionarios de Arica No se Rinde y de cuantos grupos he participado.
Persistiremos en mis propuestas e ideas hasta que Dios lo permita aportando con un granito de arena para que el Perú sea grande y libre. El próximo hito será la publicación del artículo 2000 a fines de mayo o primeros días de junio del 2024. Entre tanto seguiremos produciendo, editando nuevos libros y participando con nuesta palabra en diversos espacios como La Abeja TV.
Mi lucha no es de ahora ni he cambiado de camiseta. Sabemos que el comunismo, el caviaraje y "la derechita cobarde" son los grandes enemigos del Perú. A los dos primeros hay que combatirlos sin cuartel y a los terceros enfrentarlos para que se rectifiquen. A ellos combatimos de siempre, incluso cuando era "políticamente incorrecto" hacerlo.
Seguiremos en ese empeño.
Gracias a todos los que me animan a persistir.