Hace poco menos de dos semanas celebramos el Centenario de la creación de la Guardia Republicana del Perú, que en 1988 pasó a formar parte de la Policía Nacional del Perú.
Poco se habló al respecto pero esa prensa muda y poco dada a recordar a quienes defienden o han defendido la Patria se encuentra empeñada en lavarle la cara a un subversivo al que señalan como "un poeta romántico". Me refiero al caso de Javier Heraud que formó parte de una gavilla que asesinó al Sargento GRP Aquilino Cam Jara y luego en su fuga hirió gravemente a otros dos efectivos policiales, Alejandro Castro y Julio Cuestas.
Como dice el dicho, "quien a hierro mata, a hierro muere". Heraud cayó abatido en un enfrentamiento con las fuerzas del orden pero hoy se intenta decir que "fue asesinado".
Heraud fue un subversivo que se alzó en armas contra el Perú en 1963, a pocas semanas de que asumiera el Presidente Belaúnde. No es verdad entonces que este asesino se levantará contra "una dictadura" y menos que haya sido un "joven engañado" por el castrismo, que en aquellos años ya intentaba destruir la democracia e instaurar el comunismo en el Perú por la única vía que saben hacerlo o sea la violenta; tal cómo años más tarde intentó en 1965 con De la Puente Uceda y en los 80s a través del MRTA y Sendero Luminoso con las consecuencias que todos conocemos.
Este 22 de agosto como parte de esa ofensiva se estrenará una "película" (El Viaje de Javier Heraud) que busca desvirtuar la historia mostrando a viles asesinos como los "buenos de la película".
En el año del Centenario de la Guardia Republicana del Perú y en recuerdo de sus mártires y héroes NO permitamos esa afrenta.
El Estado no puede seguir promoviendo la mentira y la Sociedad no puede quedarse callada.
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