lunes, 25 de mayo de 2020
HORAS DE LUCHA
El día de ayer con gran emoción vi el desplazamiento de la imagen de la Virgen María Auxiliadora en las principales calles del distrito de Breña, sin la acostumbrada multitud de fieles pero acompañada espiritualmente por la comunidad Salesiana, por los vecinos de Breña y por los católicos en general.
La Fe derrotó a los blandos que no defienden el derecho de una amplia mayoría de católicos de ir a orar y participar en la Santa Misa en la Iglesia donde siempre vamos y que hoy está cerrada. ¿Por qué tanta cobardía? ¿Por qué algunos Obispos le hacen el juego a los enemigos de la Fe que pretenden destruirla, fomentando la muerte espiritual de miles de fieles en el Perú y el mundo?
Leía con ciertas dudas los comentarios de muchos amigos que cuestionaban la prohibición de que se abriera los templos guardando la distancia social mientras se permitía comprar en supermercados con los mismos riesgos o que miles en el mundo hayan muerto sin la asistencia espiritual de un sacerdote. Una gran mayoría de buenos sacerdotes tienen mucha razón cuando exclaman que hay que alimentar el cuerpo pero también el espíritu y si médicos se la juegan por salvar vidas, por qué no un sacerdote dando salvación eterna.
Todo ello tiene responsables y con nombre propio. Así cómo hay incapacidad en el gobierno la que ha causado muertes y desolación; la jerarquía de la Iglesia Católica en el Perú (Consejo Episcopal Peruano y el Arzobispo Castillo) han debido hablar serenamente pero en voz alta que el poder civil no puede entrometerse con los oficios de la Iglesia.
No podemos ni debemos ser una Iglesia de Catacumbas. No es posible que no se haya exigido participar en la lucha contra el hambre de Dios y Pan junto al pueblo a través de la red de Parroquias y diversas instancias.
Sin embargo algo se ha podido hacer a pesar de la blandura de algunos algunos obispos. La labor de Caritas y del padre Portelli en Iquitos así como la asistencia en decenas de lugares, son ejemplos de ello.
Ojalá que de una vez por todas que la Jerarquía se ponga a tono con las exigencias del pueblo católico. No es posible que siquiera los domingos al mediodía y al caer la tarde no se ordene echar a sonar las campanas de las Iglesias como un gesto mínimo siquiera de estar presentes en la población.
No regalemos espacios a los comunistas gramsianos que buscan destruir la sociedad con la ayuda de infiltrados "liberadores" que ya sabemos qué pretenden desde hace más de medio siglo muy al margen de las verdaderas enseñanzas de la Iglesia, buscando imponer en la sociedad el odio de clases, la promoción de agenda antifamilia y caminando del brazo con quienes pretenden promover la muerte de seres humanos no nacidos, la legalización del consumo de drogas, formas antinatura de procrear e incluso varios de esos infiltrados en el estado peruano se pusieron al lado del terrorismo en los fatídicos años que sufrió nuestro país (desde púlpitos, aulas o trabajando en comunidades ). Hoy otros infiltrados (fungiendo de sacerdotes) anti -sistema son antimineros y están en pro de cuanta campaña que atenta
contra el bienestar de los peruanos.
Ya es hora de ponernos de pie contra los enemigos de la Iglesia Católica en el Perú.
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Es cierto que no estamos recibiendo la Santa Comunión ni tampoco los sacramentos como bautizos, confesiones ni matrimonios. Pero es bueno que arreglemos nuestro templo personal en nuestro corazón, tan unidos o más con Jesús y nuestra Buena Madre, como la llamamos los Maristas, unidos en oración, que participemos utilizando de manera creativa las redes sociales para unirnos en oración, para vernos y compartir nuestras vidas, aliviar nuestras angustias, alimentar nuestra absoluta confianza en el Señor, sentirnos solidarios con los más perjudicados de esta situación y orar por ellos.
ResponderBorrarLa Iglesia está teniendo estas iniciativas, sabiendo que el congregarnos es riesgoso para la salud de algunos más vulnerables a la enfermedad. También hay charlas, escritos, cartas, pensamientos y vídeos que nos ayudan a sintonizar con estas intenciones. Ya existe un protocolo para la celebración en los templos y ya habrá el
momento en que podamos darnos un abrazo, fuerte y sincero deseándonos la paz del Señor. Pero aprovechemos este confinamiento para trabajar nuestra interioridad, la oración y nuestra relación con Dios y con el mundo; Él nos pide que demos testimonio y proclamamos el reino de Dios, el reino del amor, el reino de la solidaridad; usemos las redes sociales para ello.
La Bendición del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, esté con nosotros, permanezca y nos mueva a comunicar la ALEGRÍA del SEÑOR.
No hay forma alguna de arreglar el templo de nuestro corazón q con el sacraento de la reconciliacion
BorrarGracias por tus palabras
ResponderBorrarMuy acertado artículo. La jerarquía católica, al igual que los católicos tibios, habrá de responder muy seriamente ante Dios y ante la historia por sus muy graves omisiones y falta de celo en el cumplimiento de su misión. Nada les costaba, por ejemplo, (ya quq hacer una procesión si puede ser muy peligpeli) organizar paseos en carro de las imágenes del Carmen, de Santa Rosa y La Merced, simultaneos, en los diferentes distritos y barrios, y celebrar asi las respectivas fiestas. Pudieron organizarlo bien. Pero parece que no les interesa, realmente las almas. Todavía estan a tiempo para el Señor de los Milagros, en lugar de limitarse a meros actos virtualesv desde la comodidad de los templos vacíos. El Santísimo HA DEBIDO salir constantemente por las calles, en vehículo, para dar consuelo, especialmente a los enfermos. Pero ni siquiera se ha visto que hayan acudido a ll Villa Panamericana. Trágico momento el de la Iglesia Peruana
ResponderBorrarBuen artículo muy cierto hoy vivimos con desolación
ResponderBorrarApocalipsis 3:16 "por cuanto eres tibio, y no frio ni caliente, te vomitare de mi boca" Tendran que dar cuenta a Dios. No me gustaria estar en "sus pellejos"
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