martes, 23 de marzo de 2021

¿EL MAS VIL OFICIO?

Luis Miró Quesada de la Guerra acuñó una inmortal frase. "El periodismo puede ser la más noble de las profesiones o el más vil de los oficios". Claro está quien sea quien lo ejerza o cómo lo haga.

Esta frase cae justo como "pedrada en ojo tuerto" cuando nos enteramos que la periodista Mávila Huertas había ido a Palacio de Gobierno subrepticiamente al entonce Presidente Vizcarra,  sabe Dios para qué. Quizás ello nunca sepamos pero cómo dice la Biblia, "por sus frutos los conoceréis". 

Otra periodista que atenta contra la profesión  es Mónica Delta que el pasado domingo dió "una cátedra" de lo que no debe hacer una entrevistadora. Acusó a Rafael lópez Aliaga de tener una denuncia de exceso de alcohol en la sangre mientras manejaba. El límite permitido es 0.5 gramos y lo que marcó el test de alcoholemia fue 0.17. Sin embargo y  sin rubor alguno trató de enlodar a López Aliaga echando por tierra principios básicos de la Aritmética. Para Delta " 0.17 es mayor que 0.50" y a toda costa pretendía demostrar que el entrevistado había estado en falta cuando había tenido tan solo la tercera parte del máximo permitido. 

Qué diferencia con dos estilos de entrevistar; uno más dialogante y desenfadado como el de Jaime Bayly y otro, el de Beto Ortiz, más inquisitivo y siempre dispuesto a caer sobre el entrevistado al menor asomo de distracción.

Otros buenos entrevistadores son Mariella Balbi y Mario Ghibellini  pero eso sí ni mencionar a aquellos que preguntan, al parecer, repitiendo un esquema ya pactado de antemano.

Milagros Leiva podría ser una mejor entrevistadora pero tiene que afinar un poco la objetividad y dejar de usar algunas muletillas.

Otro digno de mencionar es Christian Hudtwacker, el Achori.

Un buen prospecto  (prensa escrita) y con mucho techo es César Rojas del diario Expreso quien hace gala de versatilidad y buena pluma

Un entrevistador debe buscar cuestionar, ir al fondo pero dejando hablar al entrevistado, buscando que éste caiga en contradicciones para repreguntar y por cierto no debe polemizar con éste.Un capo de ello fue en sus mejores tiempos Cesar Hildebrandt, pero hoy se ha convertido en un vulgar odiador.

En los 70s había uno temido, Alfondo Tealdo que opacaba al entrevistado y otro más dialogante y buen entrevistador  fue Alfonso Baella Tuesta.

Desgraciádamente hoy pocos han aprendido lo bueno. Muchos se han convertido en sicarios y otros repiten su  papel de "media trainers" obviando decir o manifestar qué intereses subalternos tienen. Incluso tienen el cuajo de querer que creamos que son entrevistas "de verdad".

Todos tenemos derecho a tener nuestras preferencias pero ante todo la verdad y la objetividad.  No es posible que el subconsciente haga decir a algunos que "por el interno están recibiendo órdenes de Palacio" y menos aún servirse de la pluma o del micrófono para oficiar de sicarios.

El Perú está en crisis y la prensa no puede dejar de estarlo. Ojalá que vengan mejores tiempos. Se extraña a La Prensa, los intentos plurales del Observador y El Sol. Los diarios y en general todos los medios de comunicación  deben valerse de sus ventas y de la publicidad (estatal o privada) sin que condicione su línea editorial y menos la independencia de sus periodistas.

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