Siempre me llamó la atención cómo era posible que cierta gentita se llenara la boca sobre "la miseria y el hambre" en "desayunos de trabajo" en hoteles 5 estrellas, sin que faltara nada en las mesas. Por cierto éstos nunca se realizaban en un comedor popular de Montenegro o de Oasis. Claro, los que concurren para darle sus opiniones a la Ministra del MIDIS no quieren malograr sus zapatos caros.
¿Esta gente alguna vez siquiera habrá sentido hambre? ¿Sabrán que existe el caldito de patas de pollo con migas de pan para engañar el tronar de las tripas que esperan digerir algo?
Pero no contentos con no ser parte de una fría estadística sobre "la pobreza extrema" ; se extrañan que existan personas que voluntariamente aceptan pasar ciertas privaciones como una forma de tránsito a ser mejores personas. A poner a prueba la voluntad y a manera de solidaridad pasar momentos que son comunes para miles de peruanos.
Leía a alguien extrañarse de que un candidato presidencial se mortifique. "Masoquista" es lo menos que han dicho algunos; olvidando que miles de peruanos se quitan el pan de la boca para dárselo a sus hijos; no solo hoy sino desde que la crisis heredada de los 70s se desató en los 80s de una manera casi terminal.
Muchos ya han olvidado que toda una generación de gente pobre se "alimentó" con comida para pollos y periodistas mermeleros, que también existieron en esos años, titulaban en sus notas que "la carne de rata era altamente proteica".
Hoy algunos se siguen llenando la boca de la época que eran pobres. Hoy ya no lo son pero siguen siendo pobres de espíritu porque creen que son "más" porque usan zapatillas de marca o relojes caros. Por cierto en su exiguo vocabulario no existe la palabra "generosidad".
Los sábados suele escribir de comida pero esta vez escribo sobre aquella que escasea en la mesa de millones de peruanos y sobra en la de corruptos y sus cómplices. Corruptos que algunos tienen miedo de señalar y solo uno los señala con decisión.
Por lo señalado votaré por Rafael López Aliaga, porque creo que para dejar de ser pobre hay que dejar de ser también de "espiritu". A muchos les cansa escuchar y volver a escuchar el plan "Hambre Cero" de Lopez Aliaga y de Renovación Popular. A esos que se aburren con la insistencia de decir que hay que luchar contra la miseria, probablemente nunca hayan sentido hambre y entiendan que hasta un pan duro sirva para calmarla.
Estamos a 4 semanas y un día de las Elecciones y justo ayer un conocido se sorprendía que me identificara con las propuestas de López Aliaga y con sorna, o producto de alguito que suele consumir, me decía que "me creía inteligente". Inteligente lo soy como también hay algunos que son mensos al seguir apoyando al Miserable y a su heredero o de creer en los cómplices o tontos útiles de la corrupción de Odebrecht y otros.
PS Aprovecho la oportunidad para saludar y desearle lo mejor a mis amigos José y Nestor y toda su gente por el sexto aniversario de Mezzanine. Gente emprendedora y buena. Generosa y justa. Gente como ellos son los que sacarán al Perú del hoyo en que estamos.
Gracias muchachos porque día a día demuestran que están hechos de madera noble¡
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