Las campañas políticas sin contenido y propuestas son cosa de todos los días. Incluso gente con propuestas hoy se quedan en lo farandulero. No digamos que un bailecito Tik Tok o un gracioso apelativo ponen la sal y pimienta y son recibidos bien por el elector como fue el caso en su momento de Tucán, Popy, Huevo Duro y hoy Porky.
Sin embargo hubo casos de gente que apelando a lo burdo como "el 13 en las posaderas" de Susy Díaz logró tener éxito. ¿Alguien se acuerda de alguna ley propuesta por la vedette? Lo dudo pero sí se acuerda de esa burda jugada.
Y lo peor de todo es que luego, esos mismos que eligieron a Díaz, critican a un desvalido Congreso.
Pero así como los candidatos apelan a esas jugadas marketeras, los adversarios políticos usan ejército de trolles para zaherir a sus rivales con memes, fake news e insultos así como con historias truculentas como nos tiene acostumbrado un programa dominical.
Los precursores de ello no son propiamente la prensa basura montesinista sino incluso más antes como cuando la revista OIGA insultaba permanentemente a Haya de la Torre caricaturizándolo en una columna llamada "Ají Molido".
Pero lo más costeante de todo es que casi todos firman "un pacto ético " incluyendo diarios y televisoras vinculadas a campañas sucias y a la corrupción de Odebrecht, que ve con temor que el candidato López Aliaga acceda a la Presidencia. Sería el fin de mermeleros y empresas casi quebradas. No en vano arrecia la anti campaña.
Entonces para hablar de pactos éticos, primero hay que azotarse públicamente antes de querer lavarse la cara. Basta de sainetes, fanfarrias y palabras huecas¡
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